De menos a más

P. BARGUEÑO

Sergio Ramos comenzó de manera irregular su participación en esta Eurocopa. La afición española, consciente de su importancia en este equipo, no podía pensar que el de Camas se mostrara durante los primeros partidos inseguro defensivamente y sin el empuje atacante que se le presuponía.

Frente a Italia fue desbordado por un renacido Cassano, y además, el sevillano no incidía en el área rival ni creaba peligro en las jugadas a balón parado, como en él es habitual. Pero Ramos fue creciendo partido a partido, y en los cruces vitales siempre dio la cara y recuperó su mejor juego, el que le ha convertido en indiscutible en el Real Madrid.

Ave Fénix

Su progresión en esta Eurocopa fue de menos a más, hasta volver a reencontrarse con su juego frente a Rusia, donde hizo alarde de su condición física y percutió una y otra vez por la banda, afinando además en la recuperación de balones. En la ansiada final frenta a Alemania, Sergio Ramos certificó esta línea ascendente en su juego, estuvo a punto de perforar la meta de Lehmann y se confirmó como miembro de honor de los "pasillos de seguridad" de Luis Aragonés. Su Eurocopa, dedicada a Antonio Puerta.