Análisis Final Fantasy IV iPhone

Los aficionados al J-RPG están de enhorabuena. Poco a poco, los jugadores iOS y Android van recibiendo los títulos clásicos de la popular y querida franquicia de Square Enix; tanto es así que se acaba de anunciar la próxima aparición de la quina entrega. ¿Podríamos llegar a ver el gran Final Fantasy VII en formato táctil? Por suerte, soñar es gratis, aunque por ahora debemos celebrar la llegada de Final Fantasy IV a iPhone, iPad e iPod touch ‒en Android se espera que aparezca durante el segundo trimestre de 2013‒ en forma de port del remake lanzado en Nintendo DS en 2008 que, recordemos, presentaba un apartado gráfico completamente tridimensional aunque manteniendo la esencia del clásico de Super Nintendo. Veamos en nuestro análisis si este nuevo port está a la altura tanto del remake como del título original de 1991; el escenario no puede ser más propicio tras la estupenda adaptación de Final Fantasy III para iOS y Android de 2011.

Fantasía renovada
Tal y como sucedía con el remake de DS, tanto los sprites como la vista cenital han desaparecido; en su lugar, tendremos a nuestro alcance un mundo totalmente tridimensional ‒tanto los escenarios como los personajes‒, combates con vistosos movimientos de cámara, escenas animadas y voces ‒en inglés‒ para los diálogos, eso sí, con los textos traducidos al castellano. Por otro lado, el argumento ‒como no podía ser de otra manera‒ mantiene la grandeza y la profundidad del título original; para muchos fue el guión más bien trenzado y complejo de la serie hasta el momento, con intensos giros argumentales y sorpresas conmovedoras. Así, el protagonista es Cecil Harvey, un Caballero Oscuro y capitán de la flota aérea del renio de Baronia, la más poderosa de una Tierra ficticia que basa su existencia en cuatro cristales ligados a los cuatro elementos. Junto a Kain, su amigo de la infancia y soldado de los Draconarius, cumplen las extrañas y controvertidas órdenes del Rey de Baronia.

La cuarta entrega de la saga J-RPG por excelencia de Square-Enix llega a iOS y Android en forma de port del remake original lanzado e 2008 para Nintendo DS.

Tras unos terribles sucesos en el lejano pueblo de Mist, Rydia, una niña con grandes poderes de invocación, se une a la causa para derrotar a un cruel y despiadado hombre llamado Golbez ‒ahora líder los Alas Rojas‒, responsable de macabros sucesos en todo el mundo ligados ‒además‒ a los cuatro cristales elementales. A partir de aquí, nuestro protagonista deberá enfrentarse a los demonios de su pasado mientras sigue la senda de la luz para así redimirse y salvar el mundo. La presentación general es más que atractiva manteniendo el genial aspecto del remake de DS; eso sí, los modelados de los personajes siguen siendo muy básicos ‒así como las texturas‒ aunque la variedad y el aspecto de los enemigos es más que notable, además de una mayor definición de los gráficos, aunque sea mínimamente. Resulta cuanto menos interesante que Square Enix se haya decidido por llevar a iOS dicho remake, en lugar de la versión más tradicional aparecida en PlayStation Portable llamada Complete Collection.

Quizás la principal razón sea que el remake desarrollado para la portátil de Nintendo fue todo un acierto en su momento y acerca el género del J-RPG a un público más amplio y, sobre todo, desde un nuevo punto de vista, además, con nuevas características como la posibilidad de elegir el nivel de dificultad entre Normal y Difícil, un nuevo sistema de mapa ‒que mejora la experiencia en la exploración‒, un reproductor de música que nos permitirá escuchar la música del juego en cualquier momento y compatibilidad con Game Center con multitud de logros por desbloquear. Eso sí, mantiene ciertos desequilibrios con algunos enemigos en el nivel de dificultad más elevado y cierta linealidad en su desarrollo, aunque son aspectos inherentes a la propia versión original de Final Fantasy IV.

El apartado gráfico ha sido ligeramente mejorado para la ocasión, aunque mantiene el aspecto del remake de DS; el interfaz responde muy bien a nuestras órdenes táctiles.

Éxito asegurado
A nivel de jugabilidad se muestra tan válido como el remake de DS, o incluso más; el stylus se sustituye por nuestro dedo, aprovechando perfectamente las capacidades táctiles de nuestros dispositivos iOS y Android. Durante la exploración aparecerá un joystick virtual allí donde ejerzamos presión, favoreciendo la experiencia enormemente; en los combates por turnos podremos seleccionar con gran facilidad los comandos correspondientes, especialmente en tablets y sus pantallas de mayor tamaño. Recordemos que Final Fantasy IV presentaba un sistema de combate inédito en la franquicia y supuso toda una revolución en los J-RPG en general; el llamado “Active Time Battle” permitía por vez primera dar órdenes a nuestros personajes en tiempo real, dinamizando de manera considerable los combates por turnos tan característicos del género. Tal fue el recibimiento del ATB que se siguió aplicando a los siguientes cinco títulos de la saga y a otros J-RPG de la compañía. Por otro lado, y volviendo a la cuarta entrega que nos ocupa, resulta demasiado lineal tanto en el propio desarrollo de los acontecimientos como en la evolución de los personajes, ofreciendo pocas concesiones a la libertad del jugador en términos de adquisición de nuevos hechizos o la posibilidad de tomar rutas alternativas. Sigue siendo el Final Fantasy IV de siempre, para lo bueno y para lo malo, aunque el resultado final sigue siendo totalmente satisfactorio.