El momento más temible para un tripulante de un buque de guerra, después del cañoneo, era sin duda el abordaje o la defensa del mismo. Para ello previamente se repartían entre la marinería toda clase de armas de fuego o armas blancas. Había un trozo de la marinería encargado de hacer abordajes o repelerlos, que eran llamados en un momento dado para tal cometido y que en el menor tiempo posible debían presentarse con sus armas preparadas ante el oficial encargado. Las reales ordenanzas preveían un entrenamiento regular entre los marineros impartido normalmente por algún cabo de los batallones de marina. La práctica de la esgrima era muy importante para poder blandir una espada o sable con un mínimo de técnica e incluso estaba previsto que supieran manejar pistolas o mosquetes para, llegado el momento, saber cargar, disparar y manejar armas tan complicadas con cierta soltura y sin peligro para él o para los demás.
A continuación les mostramos las armas más representativas:
-
Espada de oficiales
En la primera imagen tenemos una espada
reglamentaria que portaba la oficialidad
de un buque. Aunque en combate podían utilizar también un sable o una espada con la hoja más ancha (segunda y tercera imagen).
-
Frascos de fuego
Vasijas
de vidrio que, llenas de pólvora
de fusil, flor de azufre u otro
mixto incendiario, se arrojaban
al navío enemigo durante
un abordaje, habiendo encendido
previamente la mecha de que iban
provistas, impregnada de azufre.
Por reglamento, los navíos
llevaban en el S. XVIII dos frasqueras
de a 15 frascos de fuego cada
una, cuatro las fragatas, ocho
las galeotas y doce los jabeques.
Foto y texto del Museo naval de Madrid.
- Granadas de mano
Las granadas eran bolas huecas rellenas de metralla que estaban provistas de una mecha. Eran utilizadas por los granaderos de marina contra las cubiertas enemigas, provocando graves daños entre el personal enemigo ya que el poder de fragmentación de estos artefactos era terrible. También podían ser lanzadas por marineros escogidos desde las alturas de la arboladura.
-
Hacha y Hachuela de abordar
Antes
de iniciar un combate, se repartía
entre la marinería del
barco armas blancas como picas,
sables y hachuelas para abordajes
o defenderse de los del enemigo.
Al igual que los alfanjes la hachuela de abordar era muy efectiva para
"abrir brecha" en las
filas enemigas, además de para cortar cabos, maderas o abrir los cofres del adversario. El pico servía para clavar la punta al costado sirviendo de agarradero al subir al abordaje.
-
Chuzos
Los chuzos eran utilizados por los
marineros para repeler el abordaje
enemigo, creando una "muralla"
de lanzas.
-
Sables de abordaje y alfanjes
En la primera imagen tenemos el
sable de abordaje, que era el arma
más utilizada por la marinería
en caso de abordaje, ya que eran
muy manejables, ligeros y muy afilados. Los sables tenían curvatura, aunque menos acentuada que los de caballería (y más cortos), y que pretendía conseguir que al descargar el brazo con este arma dibujar un amplio círculo para conseguir que el punto de corte siempre sea tangente, por lo tanto no se inca, sino que corta aumentando la herida con menos riesgo de quedarse clavada que si fuera una hoja recta. También había otra variación del sable mucho más pesada y terrible, el alfanje (segunda imagen). Esta poderosa arma, de origen turco, sólo tenían filo por una parte (aunque en la punta si tenía doble filo) y que debido al gran peso de su hoja (mucho más que los sables) causaban grandes tajos. Para utilizar ese gran peso a su favor se solía golpear en los hombros o cabeza del adversario, por lo tanto en reposo se llevaba con el mango a la altura del hombro y se golpeaba con un movimiento de arriba hacia abajo. Ni que decir tiene las horrorosas heridas que infringían estas armas. Los infantes de marina además de su reglamentario mosquete llevaban un sable corto como arma secundaria.
- Pistola reglamentaria de la Armada
Pistola
del año 1802 reglamentaria
y de uso por oficiales de guerra.
-
Pistola
Las
pistolas largas eran las más numerosas a bordo, y eran repartidas entre la marinería, oficiales de mar, guardamarinas... Debido a su mayor longitud podían ser incluso utilizadas en un momento dado como una efectiva cachiporra en la lucha cuerpo a cuerpo.
-
Mosquete
Los
mosquetes eran el arma reglamentaria
de la guarnición de infantería
de marina que todo barco de la
Real Armada llevaba a bordo, para
misiones de vigilancia, abordajes,
desembarcos y tiradores. Algunos
marineros con especial puntería
se les daba un mosquete cuando
se entraba en combate y se apostaban
como francotiradores en la arboladura
del buque, prestos a dar cuenta
de la oficialidad enemiga. A la hora de cargar contra el enemigo cuerpo a cuerpo los infantes de marina calaban la bayoneta. Los
"Brown Bess" ingleses
y los mosquetes españoles
eran tenidos como los mejores
del momento.
> Más información sobre los mosquetes.
-
Trabuco
Algunos
marineros utilizaban los trabucos,
que eran fusiles chatos de poca
efectividad a larga distancia
pero mortal en distancias cortas,
por la dispersión del tiro. Ideales para dar o rechazar abordajes.
» Partes de la llave de un arma de fuego.
1.- Anillo de apriete del tornillo pedrero.
2.- Quijada superior del pie de gato.
3.- Rastrillo abatido (tras el disparo).
4.- Pedernal de silex.
5.- Oído.
6.- Cazoleta para el cebo.
7.- Calzo de disparo.
8.- Calzo de seguro.
9.- Muelle real exterior.
10.- Patilla.
11.- Cola del disparador.