EL INMADUROColumna
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Dormir, soñar en el Cine Doré
Tras leer ‘El don de la siesta’, de Miguel Ángel Hernández, vi clara la unión entre belleza y sueño
Voy mucho a la filmoteca del Cine Doré. El cine es liturgia y ha de verse en las salas, que son sus iglesias. Ver cine en casa es ateísmo. Allí dentro, en el Doré, me siento protegido de la fealdad del mundo. Me enamoro de todas las películas que veo. Las tres últimas han sido: El inquilino, de Nieves Conde, que es una obra maestra; El carnicero, de Claude Chabrol, con una bellísima Sté...
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