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"Sólo le pido a Dios": la vigencia de un rezo

Una declaración universal

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En Europa y en los Estados Unidos, un grupo de hip-hop y otro de música folk acaban de grabar versiones en inglés y en castellano del tema que León Gieco compuso hace 28 años y que hoy es, más que nunca, una plegaria antibélica mundial

 
 

Dios está en todas partes y, al parecer, León Gieco también. Entre tanta plegaria globalizada en contra de las guerras en el Primer Mundo, un exitoso grupo de hip-hop europeo con sede en Dinamarca y otro de folk anclado en Nueva York grabaron cada uno por su cuenta versiones alternativas de "Sólo le pido a Dios", corroborando el impacto poético, la universalidad y la permanencia que aún mantienen los versos de este himno antibélico escrito por Gieco veintiocho años atrás.

Lejos de las estrategias discográficas multinacionales y con una mochila cargada de diversas connotaciones y simbologías que se le han atribuido con el tiempo, "Sólo le pido a Dios" confirma en 2006 su carácter de Declaración Universal por la Paz . ¿Por qué? Una triple conexión Copenhague-Nueva York-Buenos Aires ofrece algo cercano a un veredicto.

Por un lado, Outlandish, un trío que fusiona soul, rhythm n blues y hip-hop, integrado por un hondureño criado en Cuba y dos daneses de ascendencia paquistaní y marroquí, respectivamente. El combo que entremezcla culturas y religiones acaba de editar su tercer álbum, Closer Than Veins , en el que incluyeron una versión de "Sólo le pido a Dios" cantada en inglés y en español.

Por el otro, The Mammals, una formación de folk-rock de lo más cool de Manhattan, en la que participa el nieto de Pete Seeger -la leyenda del folk norteamericano con la que alguna vez Gieco salió de gira e incluso grabó un álbum en vivo-, que incluyó en su flamante tercer disco, Departure , una versión del tema muy similar a la original.

"Cuando era niño, mi madre tenía un cassette con esta canción, que solía poner casi siempre en época de Navidad", recuerda Jenny Martínez, parte latina de Outlandish, telefónicamente a LA NACION, desde Copenhague. "Era una versión en vivo, cantada por Mercedes Sosa. El año pasado, cuando empezamos a grabar el álbum, me tropecé con ese viejo cassette, que sobrevivió la mudanza de mi familia de Cuba a Dinamarca, y volví a escucharla. Enseguida decidí hacer una versión en inglés y adaptarla a nuestro estilo de música."

Martínez les enseñó la canción a sus compañeros de banda, Isam Bachiri y Waqas Ali Qadri, les comentó sobre el ruego de este lejano cantautor sudamericano y finalmente la sumaron a la lista de temas del álbum Closer Than Veins , que Sony BMG acaba de editar en el país. "Creo que la música puede tocar el corazón de la gente que, en definitiva, es la que puede cambiar el mundo. Esa fue nuestra intención al grabar esta canción: lograr que la gente se detenga a pensar un poco y no sea indiferente al sufrimiento de los otros. No podemos hacernos los ciegos con lo que ocurre en Medio Oriente, especialmente nosotros, que vivimos en Europa y tenemos la tendencia de olvidarnos de lo mal que lo está pasando buena parte del resto del mundo".

Buscando un símbolo de paz

Gieco compuso "Sólo le pido a Dios" en 1978 en respuesta, entre otras cosas, al enfrentamiento que mantuvieron la Argentina y Chile por la soberanía sobre el canal Beagle y las islas Picton, Lennox y Nueva.

Cuatro años más tarde, el tema se convirtió, muy a pesar del músico santafecino, en símbolo del boom del rock argentino digitado por el gobierno militar durante la guerra de las Malvinas. "La canción había estado prohibida y después los mismos militares asesinos la declararon de interés nacional por la paz, en 1982. Era algo repugnante. A mí me dio mucha vergüenza y estuve tres años sin cantarla", recuerda León.

Según el mismo Gieco contó en el libro Crónica de un sueño , de Oscar Finkelstein, "Sólo le pido a Dios" estuvo a punto de no ser grabada y buena parte de la responsabilidad de que haya terminado registrada en su cuarto álbum solista, IV LP , fue de Dino Saluzzi y Charly García.

"La verdad es que no pensaba grabarla; no la tenía muy en cuenta porque era una canción que tenía todas las estrofas iguales. Hasta que un día llegó al estudio Dino Saluzzi y me dijo que la hija le había dicho que yo había llamado para hacer una grabación con él. Hubo una confusión porque yo no lo había llamado, pero como es un gran músico y un gran tipo, le dije que tenía una canción que no sabía todavía si la iba a incluir o no en el disco y le propuse tocarla. Empezamos a hacerla y después la trabajamos por partes hasta completar unas cinco tomas distintas. Como no sabíamos cuál de los bandoneones incluir, volvimos a escuchar la primera versión. En ese momento, como a las dos de la mañana, Charly entra al estudio y se queda impresionado con el tema y dice que hay que dejarlo así, que es perfecto. En seguida, pasó de ser un tema más, medio monótono, a una especie de himno nacional."

En los últimos veinticinco años, "Sólo le pido a Dios" fue regrabada por una enorme cantidad de artistas, entre los que se encuentran tanto Mercedes Sosa y Sandro como Ana Belén y Arlo Guthrie, hijo de Woody. Incluso el irlandés Bono balbuceó la letra del tema en uno de los conciertos que realizó U2 este mismo año en el estadio de Núñez. "No siempre he dado la autorización, pero en el caso de este grupo danés, me hicieron escuchar su versión y les di el okay . Ellos la interpretaron muy bien e hicieron un video maravilloso", dice Gieco.

Una nueva generación

Desde su casa neoyorquina, Tao Rodríguez-Seeger, nieto de Pete Seeger, asegura también haber escuchado por primera vez "Sólo le pido a Dios" cuando tenía ocho años, en la voz de Mercedes Sosa. "Después, mi abuelo conoció a León en Quito, Ecuador, en el Festival de la Nueva Canción, y unos años más tarde estuvieron juntos de gira por América del Sur. Pero más allá de su amistad con mi abuelo, la canción es parte de mi vida desde muy pequeño."

-¿Por qué decidiste grabarla en el nuevo disco de tu banda, The Mammals?

-Por un lado, que mis compatriotas norteamericanos no conozcan a León Gieco me parece un desastre total. Y por el otro, creo que la canción es un llamado a la paz tan poderoso, que es necesario que lo escuche el pueblo norteamericano, que parece haber construido paredes emocionales tan altas a su alrededor que no le permiten comprender lo que está ocurriendo en Irak o en otros países de Medio Oriente. La canción es un llamado a la paz, un pedido de cese de la violencia, para que no seamos indiferentes. Creo que es una canción que hay que cantar una y otra vez, y que habría que grabar todo el tiempo. Estoy muy orgulloso de haberla incluido en el disco.

-¿Y cómo reacciona el público norteamericano cuando interpretan el tema en castellano?

-Siempre pensé que era importante poner canciones en español en nuestros discos. Porque aquí se cree que el mundo sólo es anglohablante y la gente se pierde todo lo que existe más allá. Los discos de Manu Chao están hechos en tres lenguas y el sonido que consigue es muy atractivo. El español es muy emotivo. Cuando canto "Sólo le pido a Dios", me siento emocionado de una manera distinta, mucho más fuerte, que cuando canto canciones en inglés.

Verso a verso, Gieco confesó que escribió parte de la letra pensando en el exilio que debió afrontar Mercedes Sosa en tiempos de dictadura ("desahuciado está el que tiene que marchar, a vivir una cultura diferente"), y también en la actitud de Juan Domingo Perón a su regreso de España, cuando decidió aliarse con la derecha de López Rega ("que el engaño no me sea indiferente/ si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente").

Interpretaciones y versiones al margen, el mundo confirmó una vez más que el tema que León Gieco compuso casi treinta años atrás es hoy una canción casi tan universal como Dios.

El video "Sólo le pido a Dios", de Outlandish, puede verse en www.lanacion.com/entretenimientos.

Por Sebastián Ramos
De la Redacción de LA NACION
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