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Biografía de don Antonio de Ulloa y de la Torre Guiral.

(Por Antonio Luis Martinez Guanter).

Teniente general de la Real Armada Española.

Nació en Sevilla, en la calle del Clavel, el día doce de enero del año de 1716 y fue cristianizado en la iglesia de San Vicente, donde está guardada celosamente su fe de bautismo donde figura con los siguientes nombres: Antonio Eustaquio Arcadio Ramón Benito Simón de Ulloa y de la Torre Guiral.

Fueron sus padres don Bernardo de Ulloa y Sosa y doña Josefa de la Torre Guiral, él economista y regidor perpetuo del Ayuntamiento de Sevilla, de familia noble y hidalga sevillana, oriundos de Extremadura y Galicia y radicados en Sevilla desde el año de 1480, siendo sus hijos: Martín, nacido en el año de 1714; Antonio, en el de 1716; Pascual, en el de 1718; Zenón, en el de 1720; Fernando, en el de 1721; Margarita en el de 1722, Luisa en el de 1725; María de la O, en el de 1726; Josefa, en el de 1727 y Vicente en el de 1729.

Fueron educados al igual que sus antecesores, estudiando en centros de altos estudios, como era el Colegio de Santo Tomas de los padres Dominicos, a los que se accedía por una estricta selección académica y severas pruebas de nobleza, de ellos; uno se dedicó a la jurisprudencia, cuatro a la milicia, de ellos dos en la Infantería y dos en la Armada y el último a la religión; de las hijas, dos pasaron a un convento y las otras dos, por no poseer dote, fallecieron solteras.

Se desplazó al departamento de Cádiz, a la edad de trece años, con la sana intención de entrar en la Real Compañía de Guardiamarinas, pero al llegar estaba completa y sin poder admitir a nadie más.

Por lo que decidió embarcarse, llevado por su ardor marino y logró hacerlo en la escuadra de galeones al mando de don Manuel López Pintado, como aventurero y a su costa, realizando con ella su sueño de ser guardiamarina, que realizó a plena satisfacción de su jefe.

Realizando muchas y difíciles derrotas, que le curtieron en las cosas de la mar, regresando a Cádiz a mediados del año de 1732.

Pero a él no se le iba de la cabeza el entrar en el colegio oficial de guardiamarina y a pesar de que su general de galeones se lo había ofrecido, insistió en su postura, sentando plaza el día dieciocho de noviembre del año de 1733.

Realizando su primer embarco en el navío Santa Teresa , que pertenecía a la escuadra que iba destinada a Nápoles, con tropas de refuerzo, para la guerra que se estaba librando, por parte del infante don Carlos, para hacerse nombrar Rey de aquel estado.

Regresando a España de esta expedición a finales del año de 1734, regresando en el mismo navío.

Siendo elegido para la expedición francesa, que tenía la misión de medir el meridiano en el ecuador, mientras que otra lo efectuaría en el norte de Europa.

La expedición estaba programada por el gobierno francés y a la cabeza de ella su rey Luis XV; se trataba de pedir permiso al español para la libertad de movimientos en nuestras posesiones de América, estaban en ésta unos sabios de primera fila: Bouguer, La Condomine, Jusieu y Godin entre otros.

Corría el año de 1734 cuando Felipe V pidió al secretario de Marina e Indias, don José Patiño, que propusiese a <<uno o dos sujetos españoles, inteligentes en la matemática y astronomía>>, para que les acompañasen.

Sin saber porque Patiño eligió para la empresa a dos guardiamarinas, que prácticamente habían comenzado sus estudios, siendo designados, el alicantino don Jorge Juan y Santacilia y el sevillano Antonio de Ulloa y de la Torres Guiral, que tenían en esos momentos y respectivamente veintiún y dieciocho años de edad, los dos fueron ascendidos por orden superior de guardiamarinas a tenientes de navío, sólo habían dado un salto de cuatro escalones en el escalafón, asignándoseles un sueldo apropiado con su nuevo quehacer.

El veintiséis de mayo del año de 1735 levaban anclas del puerto de Cádiz el navío Conquistador y la fragata Incendio, yendo en esta el nuevo virrey del Perú, que llevaban a los dos jóvenes marinos.

Cruzaron el océano Atlántico, desembarcando en Cartagena de Indias, donde posteriormente llegó la expedición francesa, ya reunidas, remontaron el río Chagres, embarcando en Panamá, haciendo navegación hasta Guayaquil, y por caminos llegaron a Quito, en mayo del año de 1736, donde dieron comienzo a sus mediciones, como base de la triangulación; se dividieron en dos grupos de trabajo y anduvieron por la cordillera de los Andes, por dos años.

El objeto de las mediciones se terminó en el año de 1744, pero como llevaban el encargo de don Zenón de Somodevilla a sazón ministro de Hacienda, Guerra, Marina e Indias, de que se realizase un estudio verdadero de la situación de las colonias, que incluía todas las materias relacionadas con ello, como el estado político militar, naval, ejército, plazas, arsenales, conducta de los jefes y demás empleados, administración de justicia, costumbres de los habitantes, en particular de los indígenas, etc. Para a su vuelta informarle al punto.

Además no permanecieron ociosos, se les encargo la vigilancia de las costas de Chile y de la isla de Juan Fernández, misión que realizó al mando de la fragata Rosa, protegiendo el trafico de las acometidas del almirante británico Anson, que ya había saqueado Paita; el total de las fuerzas navales españolas en aquellas costas, se componía de tres fragatas, Rosa al mando de Ulloa, Nuestra Señora de Belém, al mando de Jorge Juan y la Esperanza, siendo esta toda la flota con la que contaba el general Pizarro, en las aguas del Sur del océano Pacífico.

Terminada la misión, embarcó en una fragata de guerra francesa la Délivrance, que salió de Lima el día veintidós de octubre, navegaban en conserva con otras dos, pero a mitad del océano Atlántico tropezaron con dos navíos británicos, después de un duro combate, las dos fragatas fueron apresadas, pero la de Ulloa pudo zafarse, lo peor fue que su comandante quiso reparar averías, haciendo rumbo a Louisburgo, en la isla Real o de Cabo Bretón, cerca y al SO. de Terranova, lo que no sabía era que este puerto acababa de ser ocupado por los británicos, por lo que fue a caer en sus manos.

Por lo que quedó prisionero y Ulloa fue desvalijado de toda su documentación científica, la que pudiera ser comprometida la había tirado al mar; cuando llegó al Reino Unido, Ulloa fue declarado libre por el conde de Sándwich, ministro a la sazón, ordenando que se le devolvieran todos los documentos, manifestando, que el estar en guerra las dos naciones no debía entorpecer el progreso de la ciencia, al tiempo que le regalaba con agasajos y gran honra, ya que a todos los países se había propalado la fama de los dos marinos españoles.

En desagravio fue obsequiado por todos los sabios de Londres y le nombraron académico de la Real Sociedad de Ciencias.

Regresó a Madrid, llegando primero a Lisboa, haciéndolo el día veinticinco del mes de julio del año de 1746.

El Rey maravillado por los trabajos de ambos marinos y científicos, quiso premiarles y lo hizo ascendiéndolos a capitanes de fragata, al mismo tiempo les encargaba que juntos realizaran la escritura de sus trabajos en América, tanto la parte científica como la histórica; se partieron el trabajo y Ulloa cogió la parte histórica.

Realizaron la labor de reconstrucción de los apuntes [perdidos] por Ulloa y una vez terminada se la entregaron al marqués de la Ensenada, quien a su vez se la presento al Rey y éste mando su publicación, cuyo título es << Relación histórica del viaje a la América Meridional, hecho de orden de S. M. para medir algunos grados de meridiano terrestre y venir por ellos en conocimiento de la verdadera figura y magnitud de la Tierra, con otras varias observaciones astronómicas y físicas >> en cuatro volúmenes, en 4º mayor, Madrid en el año de 1748.

Fueron nuevamente ascendidos al grado superior de capitán de navío, en el día veinticuatro de octubre del año de 1748, en agradecimiento a su gran labor realizada.

En una navegación por el cabo de Hornos, Ulloa observó algunas auroras australes, que hasta la fecha no eran tan conocidas como las boreales, habiéndolas observado detenidamente , puso el hecho en conocimiento de Mr. Mairan, por el medio de una carta, que éste publico en la segunda edición de su obra <<Aurora Boreal>>.

Llevado por si inquietud y por sus conocimientos, los aprovecho prestando grandes y diferentes servicios a España: << dio los primeros paso en el conocimiento de la electricidad y del magnetismo artificial; hizo visible la circulación de la sangre, proporcionando colas de peces y varios insectos; descubrió las propiedades del platino, siendo el primero en descubrirlo y traerlo a Europa; dio al conocimiento del mundo, el haber descubierto conchas marinas en la cordillera de los Andes; dio las primeras noticias sobre el árbol de la canela y la del caucho; perfeccionó la imprenta, el arte de grabar en cobre y piedra, la relojería y así mismo la cirugía, siendo elegidos por él jóvenes que con su dirección salieron a Suiza, París y Holoanda, para su mejor instrucción; realizó el proyecto del canal de navegación y riego de Castilla la Vieja, dirigiendo su construcción hasta conseguir dejarlo navegable y útil, en una longitud de cinco leguas, que iba desde el río Carrión hasta la Tierra de Campos >>.

Formó escuela, para el levantamiento de los mapas de España, y bajo su dirección se realizo el del territorio en torno a Madrid, hasta las seis leguas de distancia; estableció en esta capital el primer gabinete de metalurgia y el de historia natural; en Segovia se montó una fábrica de paños finos, donde a su vez dio a conocer la utilidad de las lanas llamadas churlas, semejantes a las de Cantorbery, en el Reino Unido; dio instrucciones, para facilitar el comercio de frutos de España con los puertos de América y reglas para la fabricación de jarcias y lonas.

En el año de 1758, realizo su segundo viaje por mares australes, en el navío San Rafael.

Fue nombrado gobernador del territorio minero de Huancavélica en el Perú, donde escribió : << Relación circunstanciada del gobierno y superintendencia de la Real Mina de azogues de la villa de Guan avelica por el capitán de la Real Armada. . . .desde el 4 de noviembre de 1758 hasta el 11 de mayo de 1763 >> y más tarde del nuevo territorio, cedido por Francia a España, en noviembre de 1762, por el tratado de Fontainebleau y renovada la cesión por el de Versalles, de la Luisiana; hecho que provocó en los colonos, disturbios muy elevados, pues se les obligaba a cambiar de lengua oficial y de costumbres, al cambiar de nacionalidad, llegando a declararse en franca rebeldía, contra el nuevo Gobernador, que había tomado posesión del territorio con una fuerza de noventa hombres.

El regimiento Fijo de Luisiana se estaba formando en Cádiz, por lo que al no tener fuerzas suficientes, Ulloa se embarco en la fragata César, regresando a La Habana.

En esta capital se organizó una fuerza, para el sometimiento de los pobladores del nuevo territorio, siendo encargado de ello el general O'Reilly, que lo formó con dos mil hombres, realizando el desembarco y controlando prontamente la situación, haciendo que fuerzas sutiles [las cañoneras] remontaran el río Misisipí, llevando a cabo la pacificación de todo el territorio tras una campaña de ocho meses.

En el año de 1766 y sin regresar a España fue nombrado gobernador de la Florida.

En el año de 1769 fue ascendido a jefe de escuadra.

En el año de 1772, publicó << Noticias de americanas. Entretenimientos físico históricos sobre América Meridional y la Septentrional y Oriental. Comparación general de los territorios, climas y producciones en las tres especies vegetales, animales y minerales: con relacion particular de las petrificaciones de cuerpos marinos; de los indios naturales de aquellos paises, sus costumbre y usos: de las antigüedades: discurso sobre la lengua, y sobre el modo con que pasaron sus primeros pobladores >>. Madrid. Imprenta de D. Francisco Manuel de Mena, calle Carretas: 1772: en 4º.

En el año de 1773, presentó en el ministerio su obras <<La marina y fuerzas navales de la Europa y del África >>; en dos tomos e 4º.

Entre los años de 1776 hasta mediados del 1778, estuvo al mando de una flota con destino en Ultramar, en el virreinato de Nueva España.

Pero antes de salir dejó en la imprenta un tratado de: <<Señales, órdenes é instrucciones para el gobierno de la presente flota, del mando del gefe de escuadra D. Antonio Ulloa >>, publicada en la ciudad de Cádiz en el año de 1766, en 4º.

En el año de 1779, se publicó <<El eclipse de sol con el anillo refractario de los rayos: la luz de este astro vista del través del cuerpo de la luna, ó antorcha solar en su disco; observado en el navío España, capitana de la flota de Nueva-España, mandada por el jefe de escuadra D. A. de Ulloa, y practicada la observación por el mismo general, con asistencia de otros oficiales del navío, el 24 de julio de 1778 >> Madrid: en la imprenta de D. Antonio de Sancha.

En este cargo sufrió algún disgusto, pero siendo absuelto por el tribunal que le juzgó su conducta, y viendo el Rey, los grandes provechos que había realizado a España, le dio las gracias siendo entre ellas, el ser nombrado Comendador de Valdecarávanos en la Orden de Calatrava, sobre la encomienda de Ocaña, que ya poseía en la Orden de Santiago y tomar S. M. bajo su protección a toda su familia.

En el año de 1779, fue ascendido a teniente general y ya declarada la guerra al Reino Unido, el general don Luis de Córdova realizó la campaña del Canal de la Mancha, en la proyectada invasión de la isla.

Ulloa al mando de una división compuesta de cuatro navíos y dos fragatas, estuvo cruzando por las Azores, en misión de protección de la escuadra que realizaba su misión en el Canal de la Mancha.

Fue nombrado ministro de la Junta de Comercio y Moneda del Reino; miembro de la Real Sociedad de Londres, correspondiente de las Academias de Ciencias de París, Estocolmo y Berlín; del instituto de Bolonia; de la Sociedad de Leipzig; de las patrióticas de Vizcaya y Sevilla y de la Academia de Nobles Artes de Madrid.

El navegante británico Townsend, le realizó una visita poco tiempo antes de fallecer, diciendo de él : << Don Antonio de Ulloa es el español cuya conversación más me ha interesado. . . he hallado en él un verdadero filósofo, perspicaz e instruido, vivo en la conversación, libre y desembarazado en sus modales. . . . es pequeño de estatura, sumamente flaco y encorvado por los años >>.

En el año de 1795, se le publicó su obra dedicada a sus hijos: <<Conversaciones de Ulloa con sus tres hijos en servicio de la marina, instructiva y curiosa, sobre la navegaciones y modo de hacerlas; el pilotaje y la maniobra; noticias de vientos, mares, corrientes, pájaros, pescados y anfibios, y de los fenómenos que se observan en los mares en la redondez del globo >>, Madrid. Imprenta de don Antonio Sancha. 8º mayor, en 262 páginas y se divide en quince conversaciones.

Falleció en la Isla de León el día cinco de julio del año de 1795, con setenta y siete de edad, manteniendo el cargo de Director General de la Real Armada.

En el Panteón de Marinos Ilustres, hay una placa en su memoria que dice:

  • A LA MEMORIA DEL EXCMO. SR. D. ANTONIO DE ULLOA Y DE LA TORRE BERNARDI; CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO Y COMENDADOR DE OCAÑA, TENIENTE GENERAL DE LA ARMADA ESPAÑOLA. SOCIO CORRESPONDIENTE DE LAS REALES ACADEMIAS DE PARÍS, LONDRES, ESTOCOLMO, BERLÍN y BOLONIA. ENVIADO CON ALGUNOS ACADÉMICOS PARISINOS A LA PROVINCIA DE QUITO PARA MEDIR ALGUNOS GRADOS TERRESTRES, EN LA REGIÓN EQUINOCCIAL CON LO QUE SE ACLARA MAS LA MAGNITUD DEL MAR Y LA FIGURA DE LA TIERRA Y DESPUÉS OCUPADO EN MUCHOS TRABAJOS PÚBLICOS, SE MOSTRÓ SIEMPRE CON LOS SERVICIOS PRESTADOS. FIEL AL REY Y APARECIÓ COMO MODELO DE AMOR A LA PATRIA QUE, AGRADECIDA, LE DEDICA ESTA LÁPIDA EN EL BICENTENARIO DE SU MUERTE. SEVILLA. 1716 - REAL ISLA DE LEÓN, 1795.

A parte de las obras ya citadas, se le publicaron otras; <<Justa vindicación de mi honor y noticia circunstanciada de mi conducta para la inteligencia de mi posteridad >>. Isla de León, 1782; y <<Tratado físico é historia de la aurora boreal>>.

Hay que hacer una aclaración sobre su segundo apellido; su madre como queda dicho sus apellidos eran: de la Torre Guiral, pero en cambio en la lápida colocada en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, se le ponen los: de la Torre Bernardi, pero nadie sabe el porque de este cambio, pues en ningún sitio figura documento alguno que diga que se lo cambió en algún momento de su vida.

  • Bibliografía
  • Cervera Pery, José. El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid. 2004.
  • Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa-Calpe. Madrid, 1929. Tomo 65. páginas 920-922.
  • Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.
  • Fernández de Navarrete, Martín. Biblioteca Marítima Española. Obra póstuma. Madrid, 1851.
  • Fernández Duro, Cesáreo. La Armada española desde la Unios de los reinos de Castilla y Aragón. Editorial Naval. Madrid 1973.
  • Guardia, Ricardo de la. Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
  • Solano Pérez-Lilla, Francisco. La pasión de Reformar. Antonio de Ulloa, marino y científico, 1716-1795. Universidad de Cádiz. 1999.

 

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