Frialdad en el acto de la Armada

Sin pronunciar palabras de despedida al jefe de Estado Mayor saliente, como marca la tradición castrense, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, puso en funciones ayer al nuevo jefe de la Armada, vicealmirante Daniel Alberto Martin.

En medio de la crisis por la retención de la Fragata Libertad en Ghana, Martin asumió la conducción de la fuerza, en reemplazo del almirante Carlos Alberto Paz, que fue aplaudido por sus camaradas.

Paz, que había asumido en diciembre de 2011, fue relevado anteayer del cargo luego de que el ministro dispusiera el pase a disponibilidad de dos de sus subordinados: el secretario general de la Armada, contralmirante Luis González Day, y el comodoro Alfredo Blanco, quien firmó una nota pidiendo autorización para cambiar la ruta del viaje de instrucción de la Fragata.

Puricelli puso en funciones a Martin en el tercer piso del Edificio Libertad, ante oficiales, agregados navales extranjeros, diplomáticos y la totalidad de los miembros de la promoción del almirante Paz, que concurrieron a despedirlo. Fuentes navales observaron cierta frialdad en el trato entre Puricelli y Paz, a pesar de que la relación entre ambos en el último año fue cercana.

Martin recibió las insignias y el mando de manos del ministro de Defensa, que se retiró del acto luego del brindis. Debilitado por el escándalo de la Fragata Libertad, el silencio de Puricelli contrastó con la despedida que le dispensó hace un año al anterior titular de la Armada, almirante Jorge Godoy, que se retiró de la fuerza luego de ser procesado por la Justicia, en una causa por espionaje interno. En esa ocasión, el ministro había despedido con palabras elogiosas a Godoy, conductor de la Armada desde 2003, cuando lo nombró Néstor Kirchner.

En su mensaje de despedida, Paz agradeció a la presidenta Cristina Kirchner y a Puricelli por la confianza depositada en el último año y afirmó que se retiraba con la "conciencia tranquila".

Se interpretaron sus palabras como un respaldo al contralmirante González Day, que fue pasado a disponibilidad por el Ministerio de Defensa. Si bien se aseguró que Paz "no pasó ninguna factura", fuentes navales indicaron que "dejó en claro que su obligación moral era dar un paso al costado".

También destacó el jefe saliente de la Armada el compromiso de Puricelli por "eliminar las asimetrías de los sueldos en el sector militar", luego de los recientes reclamos de las Fuerzas Armadas y de seguridad por la reducción de sueldos.

Paz, aplaudido en varias ocasiones, agradeció al ministro de Defensa haber asumido el compromiso de solucionar el conflicto, aunque muchos recordaban que el viernes pasado Puricelli declaró que "los sueldos son razonables y adecuados a la realidad económica".

Pese al respaldo que le ofrecieron sus camaradas, hay consenso en las unidades navales en que la autoridad de Paz había quedado resentida durante los reclamos de los suboficiales navales.

"Las puertas del Estado Mayor General de la Armada están abiertas para debatir y llevar adelante proyectos que busquen engrandecer a nuestro país", dijo el vicealmirante Martin, al señalar el rumbo que busca imprimir a la fuerza.

Martin secundaba a Paz desde febrero. De 57 años y veterano de Malvinas, se graduó de guardiamarina en la Escuela Naval Militar a fines de 1975 y es el primer submarinista en ocupar la jefatura.

Estuvieron en el acto el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Jorge Chevalier, y los titulares del Ejército, teniente general Luis Pozzi, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Normando Costantino..