Hace exactamente un año que Sebastian Vettel (Heppenheim, Alemania, 1987) se convirtió, en este mismo escenario, en el bicampeón más joven de la historia de la fórmula 1. El Mundial ha cambiado tanto que ahora Vettel ya no es la referencia sino el primer perseguidor de Fernando Alonso en la gresca por el título.

Pregunta. ¿Qué va a hacer entre esta carrera y la del fin de semana que viene, en Corea?

Respuesta. Me quedaré unos días en Tokio. La ciudad me encanta y hay muchas tiendas de música. Siempre que puedo, me escapo.

P. Llegados a este punto del campeonato, qué cuenta más: ¿el piloto o el coche?

R. El Mundial lo forman 20 grandes premios y todas valen lo mismo, aunque cuando la temporada se está terminando, la posición que uno ocupa depende de aquello que ha hecho hasta entonces. Fernando sigue delante, pero creo que la presión aumentará.

P. ¿Se siente más cómodo ejerciendo de cazador o de presa?

R. El año pasado fue atípico y en 2010 ganamos al final, pero nos podría haber ido mejor porque cometimos muchos errores. En esta ocasión, es evidente que no hemos rendido al cien por cien en todo momento, pero hemos fallado menos que entonces a pesar de los altibajos. No hemos terminado algunas carreras y a pesar de ello seguimos en la pelea por el título.

P. El margen que le separa de Alonso es de 29 puntos. ¿Qué tiene que hacer para superarle?

R. Sumar 30 más que él de ahora en adelante. Será duro porque tanto él como Ferrari han sido muy consistentes. A pesar de no contar con un coche para ganar, siempre suman muchos puntos.

P. ¿Qué le parece el fichaje de Hamilton por Mercedes?

R. Me ha sorprendido mucho, pero él sabe porqué lo ha hecho. Es difícil juzgarlo desde fuera.

P. ¿Cree que puede ser aún más peligroso en Mercedes que en McLaren?

R. Ya veremos qué pasa. Lewis llega a un buen equipo, será una buena combinación y en este momento no me atrevo a descartarle de la lucha por el Mundial.

P. ¿Le da pena el adiós de Schumacher?

R. Es una gran pérdida para la F-1 porque él solo tiene un gran poder de atracción. Pero yo no estoy en su piel, no sé cuáles son sus deseos. El problema que se ha encontrado es que el Mercedes no ha estado a la altura de los más rápidos. Si metes a Michael en un buen monoplaza, nada te puede llevar a pensar que no será competitivo.

P. El año pasado, su Red Bull fue absolutamente dominante, mientras que ahora las mecánicas están mucho más igualadas. ¿Ha demostrado ya que es capaz de ganar sin pilotar el bólido más rápido?

R. Controlar las opiniones de la gente es muy difícil. Yo no soy actor y no trato de aparentar algo que no soy. Lo más importante es ser honesto con uno mismo. El año pasado fuimos competitivos en la mayoría de circuitos, pero aquello fue excepcional porque ganamos en lugares en los que teóricamente no teníamos que hacerlo. Se podría decir que, en muchos casos, nuestro rendimiento fue superior al esperado.

P. ¿Le haría más ilusión ganar este título por ser más competido?

R. La cuestión pasa por mirarte al espejo y poder decir que te mereces haber ganado, eso es la leche.

P. ¿Le obsesiona conseguir su tercer título?

R. No es lo primero que se viene a la cabeza cuando me levanto por las mañanas. Pienso más en el presente que en lo que he conseguido hasta ahora. Claro que estoy orgulloso de todo lo que he hecho, pero el mundo sigue girando y aparecen nuevos retos y problemas a los que hay que enfrentarse. No me obsesiona volver a ganar, aunque sería genial poder hacerlo.

P. ¿Cómo han influido en su vida esos dos campeonatos?

R. A nivel personal espero haber aprendido, aunque mi vida no ha cambiado en nada. Ahora me conoce mucha más gente que antes, pero solo eso. Es posible que los éxitos puedan cambiar los hábitos de ciertas personas, pero creo que eso depende de cada uno, de cómo eres, lo que te gusta hacer y con quién te gusta estar. Ser campeón no te cambia la vida.

P. En casi cada carrera lleva un casco distinto. ¿Ha encontrado un estante tan grande como para colocarlos todos?

R. Más o menos, aunque muchos están apilados. Son más que nada para decorar, pero a la vez te traen a la mente lo que conseguiste con cada uno de ellos. A veces los miro y me digo: “¡Joder!, la F-1 es mi trabajo, aquello que siempre había soñado”.

P. En las circunstancias actuales, ¿prefiere ir a la caza del Ferrari de Alonso que de un McLaren?

R. Es difícil de juzgar. A la vuelta de las vacaciones, el McLaren se ha convertido el prototipo más competitivo de todos, pero el punto fuerte del Ferrari es que va más o menos rápido en cualquier circunstancia, da igual si la pista está seca o mojada y si la temperatura del asfalto es más alta o más baja. El Ferrari que vimos en pretemporada era lento, pero ahora han conseguido que vaya bien en todo momento. Ahora mismo, el McLaren está un poco por delante del resto y Fernando lidera el Mundial con un Ferrari. Creo que para los que vamos tras él es mejor así.

P. La mayoría de pilotos coinciden en señalar a Alonso como el más completo de todos. ¿Qué piensa usted?

R. No puedo influir sobre las opiniones de los demás, pero lo más importante para mí es llegar a casa y estar convencido de que he dado el cien por cien. Si por alguna razón no lo pienso, mal asunto. Al final, lo que la gente ve es una trayectoria. Si ganas carreras se te considera un buen piloto; al que termina el quinto o el sexto ya no se le presta tanta atención, y si lo haces el 12º nadie quiere saber nada de ti. Muchas veces, el tío que cruza la meta el 12º lo ha hecho mejor que el que ha ganado.

P. Dicen que si un piloto no considera que es el mejor no sirve para esto. ¿También le ocurre?

R. Yo no creo que sea el mejor. Los pilotos debemos tener autoestima, o sea que sí creo estar entre los mejores, pero no me gusta afirmar que soy el mejor porque he conseguido esto o aquello. En estos momentos hay cuatro o cinco corredores que están por encima del resto, pero no me haga decir quienes son.