Una ola de cambio

La pobreza, el hartazgo por el inmovilismo político y la falta de democracia han encendido la mecha de protestas sociales en el Magreb y Oriente Próximo. Primero cayó el presidente de Túnez, Ben Ali, y después el de Egipto, Hosni Mubarak, como consecuencia de una presión popular que, tras dos semanas de protestas, se volvió insoportable para el régimen.

compártelo

  • Compartir en Eskup
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter

Siria

Propuestas en Siria

Siria

Bachar El Asad
Bachar El Asad (presidente)
45 años.
Población 14-29 años:
34%
Edad media:
21,5 años
Renta per cápita:
3.515 euros
Paro:
8,3%
IDH:
111º de 169
Alfabetización:
79.6%
Religión:
Musulmanes: 16%
Cristianos: 10%
Fuente:
CIA Factbook, PRB

FOTO: AFP

Un inmenso barril de pólvora

ENRIC GONZÁLEZ

En su libro La gran guerra por la civilización, el veterano corresponsal Robert Fisk definió el régimen sirio con solo cuatro palabras: "Ordenado, mesurado, implacablemente inflexible". Siria es el país árabe con menos espacios de libertad, quizá en competencia con Arabia Saudí, y, pese a un sistema político laico, el de mayores tensiones religiosas.

El profesor Itamar Rabinovich, catedrático de Historia Contemporánea de Oriente Próximo, exembajador en Washington y exdirector de la delegación israelí en diversas negociaciones públicas o secretas con el Gobierno de Damasco, considera que Siria es en estos momentos "un gigantesco barril de pólvora".

El país acumula problemas de todo tipo, especialmente económicos y demográficos (el petróleo se acaba, más del 40% de la población tiene menos de 15 años y pocas perspectivas de empleo), pero el más grave y antiguo se encuentra en la fractura religiosa. Tras la I Guerra Mundial, cuando desapareció el Imperio Otomano y el territorio sirio de la época (que incluía Líbano) quedó bajo control francés, la Administración colonial se apoyó en la minoría alauí, una secta chií que constituía apenas el 10% de la población y que no se mostraba tan reacia a la ocupación extranjera como la amplia mayoría suní (casi el 80%). La transformación de los alauíes en élite administrativa marcó el futuro de Siria.

El problema más grave es la división entre la élite alauí y la mayoría suní

La independencia, a partir de 1944, abrió camino a una sucesión de golpes de Estado. En 1963 el partido nacionalista árabe Baaz se convirtió en la principal fuerza política, y en 1970, tras el golpe de Estado del entonces ministro de Defensa, Hafez el Asad, en partido único. Asad hizo del Baaz, como Sadam Husein con el Baaz iraquí, el eje de un Estado totalitario. Con una característica especial: en todos los resortes del poder se situaba un alauí, como el propio Hafez el Asad.

Aunque en teoría el gran enemigo del régimen sirio fue siempre Israel, en la práctica la lucha más feroz (Siria, consciente de su debilidad militar, ha evitado desde 1973 enfrentarse directamente a los israelíes) fue interna, contra los Hermanos Musulmanes. Esa lucha tuvo su momento más cruento en 1982, con una sublevación islamista en la ciudad de Hama que fue aplastada por tropas dirigidas por el hermano del presidente, Rifaat el Asad (posteriormente exiliado en España por intentar derrocar a Hafez), con un balance estimado de entre 10.000 y 20.000 muertos. "La matanza de Hama quebró el espinazo de los Hermanos Musulmanes, pero radicalizó a amplias capas de la población suní y agudizó su odio hacia la élite alauí", explica el profesor Rabinovich.

La muerte de Hafez el Asad en 2000 y el acceso a la presidencia de su segundo hijo, el oftalmólogo Bachar el Asad (el primogénito y sucesor designado, Basil, había muerto en 1994 en un accidente de tráfico), suscitó la aparición de un movimiento reformista y esencialmente laico que se conoció como Primavera de Damasco. El joven presidente, sin embargo, prefirió no correr riesgos con reformismos que pudieran poner el régimen en peligro, por lo que en apenas seis meses la primavera fue extinguida.

Más del 40% de los sirios tiene menos de 15 años y el empleo escasea

Esa represión, que se unía a la practicada sistemáticamente contra los islamistas, redujo aún más la élite dirigente. El Asad convirtió el poder en un asunto familiar: la Guardia Republicana, el cuerpo militar más poderoso, quedó en manos de su hermano menor, Mahir; los dos principales servicios de espionaje interno, la Seguridad General y la Seguridad Militar, fueron asignados a su cuñado, Asef Shawkat.

El fin de la primavera y la evidencia de que la corrupción era consustancial al régimen, con Hafez o con su hijo, provocaron el divorcio entre el régimen y los pequeños empresarios urbanos que lo apoyaban. El joven presidente, un hombre al que se define como educado y amable y a la vez despiadado, no tuvo más remedio que aliarse con unos pocos grandes empresarios, convertidos en multimillonarios gracias a la tímida política de liberalización y privatizaciones. El símbolo de esa casta de magnates es Rami Makhlouf, primo de Bachar el Asad. Makhlouf, por encima del propio presidente, representa lo que más odian los manifestantes de Deraa.

Es imposible predecir qué ocurriría en Oriente Próximo si cayera el régimen sirio, algo por ahora improbable. Pero el vuelco sería, sin ninguna duda, el más importante desde la revolución islámica en Irán.

Cronología

Últimas noticias

Análisis

El régimen sirio se muere

El régimen sirio se muere

JAVIER VALENZUELA

Los Asad machacan a su pueblo a balazos y cañonazos. Lo hizo el padre y vuelven a hacerlo sus hijos. Obama les advierte de que así están firmando el fin de su siniestro régimen.

Siria y la responsabilidad de proteger

Siria y la responsabilidad de proteger

EMILIO MENÉNDEZ DEL VALLE

La adopción el pasado marzo por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de su resolución 1973 perseguía poner coto a las atrocidades perpetradas por el régimen de Gadafi contra su propio pueblo.

¿Por qué Libia sí y Siria no?

¿Por qué Libia sí y Siria no?

MOISÉS NAÍM

¿Cómo explicar que Estados Unidos y Europa estén bombardeando a Trípoli con misiles y a Damasco con palabras? Comencemos por la respuesta más común (y errada): es por el petróleo. Libia tiene mucho y Siria, no.

Diez momentos clave de las protestas

Diez momentos clave de las protestas

EL PAÍS

Siria, gobernado desde julio de 2000 por Bachar El Asad, que sucedió en la presidencia a su padre Hafez El Asad, en el poder desde 1971, vive desde el día 15 de marzo las protestas más graves de su historia reciente.

La encrucijada siria

La encrucijada siria

IGNACIO ÁLVAREZ-OSSORIO

El Asad opta por el numantinismo. Afirma que las reformas democráticas pueden esperar y que en ningún caso van a realizarse bajo presión popular. Así solo pueden incrementarse el malestar y la inestabilidad

De la "primavera de Damasco" al puño de hierro

De la "primavera de Damasco" al puño de hierro

ÁNGELES ESPINOSA

El presidente sirio ha defraudado las expectativas de quienes esperaban una apertura política

Vendaval de libertad

Vendaval de libertad

EDITORIAL

La dictadura yemení se descompone y se extienden las protestas en la petrificada Siria

Gráficos

Represión de la protesta en Siria

Represión de la protesta en Siria

Ciudades con manifestaciones y enfrentamientos en las últimas semanas

Vídeos

Las imágenes de la represión, divulgadas por Amnistía Internacional

Las imágenes de la represión, divulgadas por Amnistía Internacional

La organización publica unos vídeos que demuestran la violencia con la que la fuerzas de seguridad del regimen de Bachar el Asad reprimen las manifestaciones

ELPAÍS.com
© EDICIONES EL PAÍS, S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid (España)