El austríaco Félix Baumgartner
completó su anunciada hazaña este domingo,
tras saltar desde una altura de 39.068 metros en Nuevo México, al sudeste de Estados Unidos.
Auxiliado por un globo, la cápsula en donde se encontraba Baumgartner
completó su ascenso en dos horas y 35 minutos, tras lo cual se lanzó al vacío dentro de un traje presurizado, encargado de protegerlo de la baja presión y las bajas temperaturas.
A eso de las
15:08 hora de Chile, Baumgartner se lanzó al vacío, transformándose en el primer humano en romper la barrera del sonido en caída libre. Los cálculos de la misión estimaron que alcanzó una aceleración de hasta 1.173 kilómetros por hora.
En condiciones normales, la velocidad del sonido es de 1.234 kilómetros por hora en la atmósfera terrestre mientras que en la estratósfera se puede alcanzar con 1.110 kilómetros por hora ante la menor resistencia del aire.
Durante la caída, el austríaco batió el record del mundo de caída libre, hasta ahora perteneciente al ex coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Joe Kittinger, con 31.333 metros.
El deportista de alto riesgo tocó tierra sano y salvo, sumando un tercer record, el salto con paracaídas desde mayor altura registrado.
Tras su descenso, reconoció que
"fue más difícil de los que nos esperábamos”. “Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido”, agregó, debido a la violencia de la caída.