ETA ha anunciado el abandono definitivo de la violencia. Tras más de dos años sin muertos ni atentados, la banda, que en enero pasado había decretado un alto el fuego "general, permanente y verificable", ha difundido un comunicado en el que renuncia a "la lucha armada", al terrorismo que ha sostenido durante más de medio siglo, ha provocado 829 muertos y miles de heridos y ha escrito una de las páginas más negras de la historia de España