El niño de Vicálvaro murió de manera accidental el día de su desaparición

El avance de la autopsia efectuada por dos forenses revela que el cuerpo no presentaba signos externos de violencia, por lo que todo apunta a un accidente La familia está a la espera de que el juez de guardia les permita inhumar el cuerpo

Ginel Vidrascu, el padre del niño desaparecido, en el Instituto Anatómico Forense.
Ginel Vidrascu, el padre del niño desaparecido, en el Instituto Anatómico Forense.KIKE PARA

Gabriel Vidrascu, el niño de 12 años que fue hallado muerto en una laguna próxima a Vicálvaro, murió el mismo día de su desaparición, el pasado 24 de septiembre. Así lo ha revelado la autopsia realizada por dos forenses en el Instituto Anatómico Forense, en la que no se han apreciado signos externos de violencia, según fuentes judiciales. Esto hace pensar que el pequeño sufrió un accidente en el que pudo morir ahogado.

El padre ha acudido junto con su abogado José Carlos Bermúdez al Instituto Anatómico Forense alrededor de las once de la mañana y ha estado hablando con la trabajadora social y con distintos comerciales de las empresas funerarias para recabar presupuestos. Su intención es repatriar el cadáver a Rumanía y que allí reciba sepultura. La policía le ha mostrado una de las zapatillas que supuestamente llevaba el niño cuando fue rescatado. Él ha mandado una foto a la madre, que se encuentra en el domicilio de Vicálvaro, y ésta lo ha reconocido sin ningún género de dudas como la que llevaba el día de su desaparición.

Los dos forenses que han practicado la autopsia han informado al padre y al abogado de que la muerte se produjo por parada cardiorrespiratoria (la más frecuente en los óbitos) según se recoge en el informe preliminar. "Lo han dicho así de genérico, además como hay secreto de sumario en el caso no nos han dicho nada más", ha resumido el letrado. Lo que si han confirmado los médicos es que la muerte se produjo el mismo día de su desaparición, dado el avanzado estado de descomposición que presentaba el cuerpo. También han comprobado que la víctima no presentaba ningún signo externo de violencia.

El padre también ha recordado que ha reconocido a su hijo a través de una cicatriz que tenía en la nariz. La familia está a la espera de que el juez autorice el sepelio del pequeño y que el cuerpo pueda ser entregado a los allegados. Esto se puede demorar algunos días y no será preciso que esté redactado el informe definitivo de autopsia, que suele tardar uno o dos meses. Para su elaboración, es necesario contar con los análisis de las pruebas remitidas a los distintos departamentos del propio Instituto Anatómico Forense y del Instituto Nacional de Toxicología. Alrededor de la una y media de la tarde, el padre, el abogado y tres allegados han abandonado la Ciudad Universitaria.

El hallazgo del cuerpo se produjo a la una y media de la tarde en una laguna próxima a Vicálvaro, dentro de una antigua mina de sepiolita. Fue divisado por los agentes de un helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía y rescatado por los especialistas de la unidad subacuática de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso

Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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