Cocina
Jueves 04/10Clubes de barrio, dónde comer rico, barato y casero
Conocidos para algunos, nuevos para otros, son clásicos que no dejan de sorprendernos; cuatro propuestas para degustar la infalible cocina tradicional
Abren sus puertas en cada cuadra, esquina o avenida de los barrios de Buenos Aires. Los vecinos los visitan y conocen desde siempre. Los curiosos que van a menudo en busca de nuevas propuestas gastronómicas los atesoran como secretos y recomendaciones para difundir por medio del boca a boca. Los clubes de barrio son cada vez más visitados y valorados por sus platos caseros, el ambiente que proponen, y por supuesto, por los precios accesibles al bolsillo de la mayoría. Hay muchos, claro. He aquí, una breve selección.
Ese clásico de Palermo
El Bochín / Julián Álvarez 2355
Abierto de martes a domingo al mediodía y a la noche. Feriados abierto
T: 4823-7507
Detrás de un ventanal con un pequeño cartel que reza "prohibido el ingreso con rollers, patines y patinetas", Pancho se encarga de tener todo listo para la llegada de los primeros comensales. Todas los días, menos los lunes, el buffet del club El Bochín abre sus puertas con variadas propuestas para todos los gustos. "Acá viene gente grande desde hace años, llegan después de trabajar", cuenta Pancho. "Ojo, también vienen pibes jóvenes", agrega, y señala las mesas recién pobladas por grupos de chicas y chicos que se reúnen a degustar los platos caseros de la carta. Picadas, achuras, parrilladas y pastas caseras desfilan ante la vista de todos. Un bonus son los serviciales y atentos mozos de la casa. Helados, flanes y budines completan el escenario de un restaurante de precios accesibles y enormes milanesas. Todo caserísimo y sabroso. No cobran servicio de mesa, pero sí la panera. Un lugar para aprovechar en pleno Palermo.
Uno que se esconde en un barrio residencial
Club Social y Deportivo El Tábano / Rómulo S. Naon 3029. Coghlan
Abierto de lunes a sábados al mediodía. Viernes y sábados también a la noche
T: 4544-3193
Entre casas bajas y viviendas familiares, aparece El Tábano, un club social y deportivo ubicado en el corazón del barrio de Coghlan, muy cerca de la estación del ferrocarril Bartolomé Mitre. Roberto, un anfitrión sumamente cordial y amoroso, abre las puertas del buffet que concesiona hace más de 4 años en este modesto pero no menos interesante lugar. Se trata de una institución fundada en 1930. Cuentan que el Polaco Goyeneche fue el visitante más ilustre, un habitué de lujo. Su historia vinculada al fútbol y al tango está plasmada a lo largo y a lo ancho de las paredes de un enorme salón plagado de mesas listas para albergar a comensales ávidos de propuestas sabrosas y calóricas. Se puede elegir entre decenas de variantes para comer de día o de noche. Bife de chorizo con unas exquisitas papas fritas como plato del día por 45 pesos, vermicellis al pesto por solo 26 o milanesa a la napolitana con guarnición por 30 y pico de pesos. Las bebidas y gaseosas son de litro y la porción de budín de pan con dulce de leche es la joya de la casa (y viene con sorpresa: está rellena con trocitos de dulce de batata).
Los mediodías son el fuerte de afluencia de clientes pero las puertas están abiertas también algunas noches para todos aquellos que deseen cocina casera, rica y bien porteña. Además, el amplio salón comedor cuenta con un televisor ideal para los que buscan un lugar tranquilo y con buena comida para la clásica reunión futbolera de la semana.
Aquel que nunca cierra sus puertas
Los Billares. Café San Bernardo / Av. Corrientes 5436. Villa Crespo
Abierto todos los días a toda hora
T: 4855-3956
Si bien no se trata de un club propiamente dicho, funciona como tal. A punto de cumplir 100 años de vida, el Café San Bernardo de Villa Crespo no descansa nunca, ni siquiera los feriados. Abierto todos los días de la semana y las 24 horas del día, algunos dicen que los martes a la noche es el mejor momento para visitarlo. Así, a mitad de camino entre un club y un café, se ha transformado desde hace ya tiempo en el punto de reunión hipster en el que conviven grupos de jóvenes que juegan campeonatos de ping-pong (por sólo $ 22 la hora) o incursionan en partidas de billar mientras algunos adultos mayores habitués disfrutan del burako, las cartas o los dados. Emulando a sus ilustres visitantes famosos Carlos Gardel, Leopoldo Marechal o las orquestas de tango más famosas de Buenos Aires, los porteños y transeúntes que pasan por su puerta no se resisten ante la tentación de su pintoresca apariencia y se animan con una partida de alguno de los entretenimientos disponibles. Los precios son por demás accesibles y los platos de la carta van desde todo tipo de sándwiches (hay de pastrón o de matambre casero) hasta bifes a la criolla, pasando por ensaladas, milanesas o tartas de variados sabores. Se destacan el original puré duquesa de papa y batata (abundante porción por 22 pesos) y las milanesas con papas fritas bastón. Entradas frías y calientes, aperitivos y tragos por doquier engalanan una propuesta que no sólo entretiene sino que está disponible veinticuatro horas.
El de la cocina a la vista
Automóvil Club de Vicente López / Lavalle 1444. Vicente López
Abierto de lunes a viernes noche. Sábados mediodía y noche
T: 4791-8776
Una especie de bodegón situado dentro de la sede del Automóvil Club de Vicente López es la grata sorpresa de la zona. Su entrada, modesta, con ventanas y rejas verdes a la calle, deja ver el salón comedor y adelanta en una pizarra los platos del día. Graciela, la concesionaria, recibe y atiende a los clientes con el delantal puesto y recomienda qué comer. Ella cuenta que una de las especialidades de la casa es la tortilla a la española pero lo más interesante del lugar, además de la comida por supuesto, es que la cocina es a la vista, ubicada en la parte de atrás del salón. Allí dos cocineros elaboran un revuelto gramajo y unos ñoquis caseros con tuco -que pueden ser de papa o espinaca- que no tienen desperdicio. Si se habla de precios, el filet de merluza a la romana cuesta sólo 25 pesos y de postre puede optarse por una porción de brownie con helado de crema americana por 17. "El pescado es de excelente calidad", dice Graciela. "Compramos todos los días uno riquísimo en una pescadería de acá del barrio", agrega, y así, redondea la recomendación.
Algunas recetas típicas (Apretá el nombre y cociná)
Flan de dulce de leche / Tortilla de papas / Pastel de choclo / Arroz a la cubana / Ñoquis souffle de rúcula