El hielo permanente, en el Ártico, la Antártida o los glaciares, es una mina de información, si se sabe extraer y analizar. Guarda el registro del clima, las condiciones ambientales y otras características desde hace centenares de miles de años.
Ecológica, económica, segura y casi inagotable. Así consideran los científicos el potencial de la fusión nuclear, la energía que generan el Sol y las estrellas. Y Barcelona tendrá un papel relevante en su desarrollo. La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, y el comisario europeo de Investigación y Ciencia, Janez Potocnik, firmaron ayer el acuerdo por el cual Barcelona aporta las instalaciones para la sede de la Empresa Común para el ITER, o Fusion for Energy (Fusión para Energía). Estará en el distrito 22@. Esta agencia gestionará los contratos de los componentes industriales que Europa aportará para construir, a partir de 2008, el reactor experimental internacional de fusión ITER. El reactor estará en la localidad francesa de Cadarache y funcionará con hidrógeno. En el proyecto participan la Unión Europea, Japón, Estados Unidos, Rusia, China, India y Corea del Sur.
Europa aumenta los fondos para investigación en el VII Programa Marco, de siete años de duración
Europa tiene la participación mayor en un proyecto que engloba a la mitad de la humanidad
España, con un gasto del 1,05% del PIB, se sitúa por detrás de países como Eslovenia