Lo que en el mundo del motor se conoce como segmento C (coches medianos) es, según los expertos, el mercado más importante para una marca y el que le define ante los consumidores. Por eso, Toyota no oculta que en los próximos años va a apostar con fuerza, con la actualización de su modelo Auris, por dominar –o intentarlo- este segmento.

Para lograrlo se han gastado la friolera de 600 millones de euros en cambiar un modelo que, aunque se vendía bien hasta ahora, era sobrepasado en ventas por los de la competencia. El nuevo Auris se fabricará en tres versiones: gasolina, diésel e híbrido. La marca japonesa espera que uno de cada tres de estos modelos vendidos sea, precisamente, híbrido.

El Auris solo se fabricará en Europa, donde ha sido desarrollado en su totalidad. De hecho, para conquistar este mercado, el coche ha sido probado en todos los países del continente para comprobar que se adapta a sus características: desde los fríos de Finlandia, pasando por las carreteras con pavés de Bélgica a las pendientes sinfín de Suiza.

Mide 4.275 mm, 30 mm más que la anterior versión, pero es más bajito (55 mm), lo que le confiere un aspecto más agresivo, más estabilidad y un mejor índice de resistencia.

Hay una versión familiar (285 mm más larga), llamada Touring Sport y que tendrá también su versión híbrida, lo que le convierte en el primer vehículo que usa esta tecnología en el segmento C, el que Toyota quiere dominar