Los empresarios, sobre todo las grandes corporaciones, se han erigido hasta ahora en el sector más reacio a la senda que ha emprendido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, hacia la consulta sobre la autodeterminación de Cataluña. Andreu Mas-Colell, consejero de Economía y Conocimiento, ha acudido hoy al Círculo Ecuestre de Barcelona para calmar los miedos de los empresarios. "No contemplo la posibilidad de quedar fuera de la Unión Europea", ha afirmado Mas-Colell, quien ha defendido la celebración del referéndum que aprobó el Parlament. Es más, el consejero ha abogado por abrir el debate sobre la autodeterminación y llevar a cabo la consulta "lo más rápido posible".

Los asistentes al almuerzo han planteado al consejero todos los interrogantes que suscitaría este proceso: desde cómo afectaría a las pequeñas empresas hasta qué porcentaje de deuda del Estado debería quedarse Cataluña, pasando por la posibilidad -expresada por el presidente de Planeta, José Manuel Lara- de que algunas multinacionales se trasladasen a Madrid. El consejero ha aseverado que todo se tendrá que negociar: la deuda, por supuesto, pero también los activos que le corresponderían a cada uno. "También habrá que negociar qué parte del Museo del Prado nos toca", ha bromeado.

Mas-Colell ha admitido la preocupación de los empresarios. Y de hecho, estos se la han hecho llegar. Uno de los asistentes incluso le ha espetado: "¿Qué opción de voto tenemos los votantes de CiU que no queremos la independencia?". El consejero ha puesto paz y ha señalado que el proceso de "transición" deberá ser "conducido tranquilamente, pacíficamente y en un entorno de diálogo y negociación". El titular de Economía catalán ha recordado que el proceso puede "pararse en puntos intermedios", es decir, no necesariamente debe llegar a la independencia de Cataluña y, en todo caso, este deberá haciéndose "pensando en la estabilidad económica y las preocupaciones del mundo empresarial". Pero en el caso de que se llegara a la secesión, Mas-Colell ha considerado que las relaciones comerciales entre Cataluña y España deberían ser "normales". "Les confesaré que vi la final de Eurovisión porque llegué a casa cansado. Y me percaté de un fenómeno curioso: los croatas votan a los serbios", ha asegurado.

El consejero ha recordado que los partidarios del no a la independencia de Quebec ganaron dos veces "porque se acabó dando satisfacción" a las demandas de la región."Se retuvo a Quebec tratándolo bien y no dejándole de hacer corredores mediterráneos", ha ironizado Mas-Colell. Si ese fuera el caso en España, ha concluido, habría "un sector que no querría llegar tan lejos". 

La intervención de Mas-Colell no ha obviado el contexto económico español. El consejero ha considerado que el rescate de España se producirá en "cuestión de semanas" y ha descartado que pueda ser finalmente un proceso "pactado" o "suave". Lejos de eso, Mas-Colell ha pronosticado que el Gobierno de Mariano Rajoy deberá avanzar en la reforma del sistema de pensiones, revisar la estructura y las "compensaciones" de los trabajadores del sector público, y afrontar la reforma de la financiación de la sanidad. "No creo que sea viable entrar en un régimen [de rescate] recibiendo ayuda de Alemania y Holanda y teniendo un sistema sanitario más amplio y gratuito que el suyo", ha pronosticado.

Mas-Colell también ha criticado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que el sábado el ministro Cristóbal Montoro llevó al Congreso. Lo ha hecho porque, a su juicio, la previsión de la contracción del 0,5% del producto interior bruto (PIB) para 2013 es "muy optimista".