Marta Bernat, una de las hijas del fundador de la popular marca Chupa Chups, tendrá que declarar como imputada por un presunto delito de fraude fiscal. Un juez de Barcelona la ha citado para el próximo 24 de octubre tras admitir a trámite una querella de la fiscalía, que acusa a Bernat de intentar defraudar a Hacienda 1,3 millones de euros del IVA.

Bernat trató de que Hacienda le devolviera 1,3 millones de euros de ese impuesto deduciéndose los gastos de una vivienda de su propiedad que se alquiló a sí misma a través de una sociedad interpuesta. En su querella, el fiscal describe el “artificioso negocio” que, supuestamente, empleó una de las herederas del imperio de los caramelos para estafar al fisco. En 2006, Piblat Zone, SL, una empresa de la que es propietaria la querellada, compró una vivienda en Barcelona valorada en 9,5 millones de euros. Desde entonces, y durante los tres años siguientes, la mansión “fue objeto de toda una serie de obras de acondicionamiento y mejora, así como dotada de toda clase de mobiliario, ajuar, electrodomésticos, etcétera”, recoge la querella del fiscal Francisco Bañeres.

En abril de 2009, Bernat y su empresa firmaron un ficticio contrato de alquiler. La compañía se comprometía a ceder el uso de la casa y atender todos los gastos —mantenimiento, limpieza, seguridad— a cambio de una renta mensual de 13.000 euros. La querellada pretendió asimilar la mansión al régimen de las casas rurales o los apartamentos turísticos. En realidad, como relata la querella, la vivienda “servía de cobijo a ella y su familia”, por lo que el arrendamiento en esas condiciones carecía de sentido. La empresa a la que abonaba la renta era suya, por lo que “se pagaba a sí misma”, concluye el fiscal.

La acusada intentó deducirse mediante esa fórmula el IVA de todas las compras y arreglos que había hecho en la casa en esos tres años. La cifra total asciende a 1,3 millones. La Agencia Tributaria, sin embargo, detectó las irregularidades y decidió no devolverle el importe, por lo que el fraude no se consumó. El fiscal considera que existen indicios de que Bernat cometió un delito contra la hacienda pública en grado de tentativa.

Marta Bernat dirigió la sección de licencias de Chupa Chups hasta que los cinco hermanos de la familia decidieron venderla, en 2006, a un grupo italiano. Su padre la había fundado a finales de los años cincuenta y, con el tiempo, se convirtió en una de las empresas españolas más conocidas en el exterior. La querellada posee ahora, junto con sus hermanos, parte del capital de una empresa de inversiones que tiene, entre otros activos, la Casa Batlló de Barcelona, obra del arquitecto catalán Antoni Gaudí.