Si usted es una persona con dificultades visuales, navegue el sitio desde aquí

Opinión

 
lanacion.com | Las noticias que importan y los temas que interesan
Viernes 14 de septiembre de 2012 | 18:37

El cuestionamiento de la clase media urbana

Por Rosendo Fraga | Para LA NACION

 
 

Ya la semana pasada, en una de sus varias intervenciones públicas, la Presidenta aludió a las criticas que recibe como expresión del mito urbano.

Esta terminología casi literaria adquirió significación con las críticas que desde el oficialismo se realizaron en las últimas horas a la clase media, como la protagonista de las protestas que tuvieron lugar el 13 de setiembre en casi todo el país y que fueran convocadas desde las redes sociales.

El término de clase media urbana estuvo en más de un discurso cristinista, aludiendo críticamente a un sector social que puede cambiar su intención de voto por la sencilla razón de que es independiente para hacerlo, porque elude la categoría del llamado voto cautivo o incondicional.

Hoy America Latina de acuerdo a la UN es la región del mundo con mayor porcentaje de población que vive en ciudades, superando el 80%. En el caso de Argentina, se está por encima de dicho promedio, acercándose al 90%.

La categoría urbana no es la del pasado. Hoy America Latina de acuerdo a la UN es la región del mundo con mayor porcentaje de población que vive en ciudades, superando el 80%. En el caso de Argentina, se está por encima de dicho promedio, acercándose al 90%.

En cuanto a la clase media, el mayor logró social de América Latina en la primera década del siglo XXI ha sido el crecimiento de ella. En el caso de Brasil, en 2010, Lula pudo mostrar al terminar su segundo mandato -como logró indiscutido- que por primera vez en la historia, el país tenía más habitantes en la clase media que en la baja.

En Argentina, durante los nueve años del kirchnerismo, se reconstituyó una clase media que había sido destruida por la crisis de 2001-2002.

Hoy, el 50% de la sociedad argentina entra en los parámetros que caracterizan a la clase media, tanto por sus niveles educativos y culturales, como por su ingreso.

No se trata entonces de un grupo minoritario, sino del más grande.

Por eso cuando en octubre del año pasado, la Presidenta fue reelecta con el 54% de los votos, por lo menos uno cada tres de ellos ha provenido de la clase media.

La derrota de 2009 y la victoria de 2011 evidencian para el oficialismo lo que es significa tener o no tener la adhesión de la clase media.

El voto de este segmento tiene como característica su independencia y, de acuerdo a ello, puede cambiar. En 2009, la clase media tanto urbana como rural, no votó por el oficialismo, que quedó reducido a un tercio del electorado, en general proveniente de los estratos más populares, históricamente votantes del peronismo.

Pero el año pasado, el oficialismo recuperó los votos de la clase media que había perdido, como lo mostró no sólo el alto porcentaje, sino los resultados en varias de las grandes ciudades.

La cuestión es que ahora parte de esos votos de clase media se han alejado, y esta protesta lo muestra.

La derrota de 2009 y la victoria de 2011 evidencian para el oficialismo lo que es significa tener o no tener la adhesión de la clase media.

Se trata de un segmento social clave, que hace al equilibrio de una sociedad, atenuando la fuerte desigualdad que caracteriza a los países de America Latina.

Rosendo Fraga

Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

TEMAS DE HOYLos números del IndecReforma constitucionalLa pelea del añoCacerolazosTorneo Inicial
 
  • Comentarios Destacados
  • Comentarios recientes

0 comentarios Destacados y respuestas

 

0 comentarios Recientes y respuestas