Casi uno de cada cinco votantes de Guipúzcoa (el 18,2%) respaldaron en 2005 al PCTV-EHAK, la opción bendecida por Batasuna. Pero ayer ese partido no se presentaba a las elecciones: el Supremo lo ilegalizó el pasado septiembre por considerar que está al servicio de ETA. Así que era fundamental ver qué hacían los más de 70.000 votantes del sector radical abertzale en este territorio.

La opción parece haber sido la abstención -la más alta de las tres provincias, rozando el 37%- y Aralar, partido abertzale que rechaza el terrorismo. Duplica su representación: pasa del 3,9% al 10,3% de respaldo y obtiene dos escaños donde ahora contaba con su único diputado.

En Guipúzcoa estaba, además, la clave para resolver el duelo entre el PNV y el PSE. Y el pulso ha quedado así: los peneuvistas, sin EA, aguantan con sus 10 escaños (en 2005 habían perdido dos, cediendo uno al PCTV y otro a Aralar) pero bajan un punto y medio en porcentaje de voto; el PSE crece de cinco diputados a ocho, tras subir más de 10 puntos (del 20,2% al 30,5%); y el PP se mantiene en sus tres escaños a pesar de caer casi un 3% en porcentaje. IU-EB conserva, aquí sí, su escaño -es el único que obtiene-, a pesar de que sufre la deserción de la mitad de sus votantes; y EA logra también un diputado.