El canal Fitz Roy

por Silvestre Fugellie11 de julio de 2012

El canal Fitz Roy une los senos Otway y Skyring bordeando la isla Riesco. Lleva el nombre del capitán Robert Fitz Roy de la expedición hidrográfica británica efectuada entre los años 1826 y 1830 bajo el mando del comandante Phillip Parker King.
Ya en 1874 hacen exploraciones en la isla con fines comerciales. Seis años más tarde Julius Haase, ciudadano alemán, en sociedad con inversionistas argentinos, explotan la mina Marta.

Posteriormente el colono francés Jorge Meric descubre en 1889 carbón de mejor calidad y se asocia con la firma Braun y Blanchard. La primera producción la transportan a Punta Arenas a bordo del vapor “Torino” de la casa armadora de Máximo Gilli.

En 1922 el ingeniero Ove Gude descubre nuevos mantos en Mina Magdalena y se asocia con el armador Hans Samsing para exportar el producto a la Argentina.

Sin embargo, la explotación de las minas Elena y Josefina de la isla Riesco entre los años 1930 a 1940 es la de mayor volumen.

En ese comienzo las barcas cargadas del mineral eran atoadas por vapores de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica con destino a Buenos Aires.

El carbón transportado por estos veleros lo recibían de vapores regionales, que navegaban desde el seno Skyring de 50 millas de largo, el canal Fitz Roy de 12, el seno Otway de 40 y el canal Gerónimo de 21, hasta la bahía de Punta Arenas donde atracaban a las barcas y trasbordaban su carga.

En 1940 la producción de las minas Elena y Josefina alcanzaba a las cien mil toneladas.

Era en el tiempo de la Segunda Guerra Mundial. Pero como sucede con varias explotaciones, que pasan por una época de oro al parecer interminable, pronto llegan a otra, apremiante, donde paralizan sus actividades debido al vaivén de los negocios o al término de las demandas.

Ya en 1950 comienza a debilitarse la actividad extractiva. En 1952 las minas Elena y Josefina paralizan sus operaciones y el canal Fitz Roy, paso obligado de tantas naves hacia y desde el seno Skyring, retorna a sus aguas tranquilas y solitarias.

Desaparecen los barcos de la flota regional, los veleros que habían convertido en barcas y también las firmas armadoras Braun y Blanchard, Samsing y compañía y Menéndez Behety. Y las faenas de extracción de carbón de la isla Riesco cesan y duermen inactivas bajo sus mantos oscuros.

Hoy día el lignito comienza a renacer. La Mina Invierno inició sus actividades. Estudios recientes estiman una existencia cercana a seiscientos millones de toneladas de carbón, según el trabajo titulado “La navegación olvidada por el canal Fitz Roy”, en el cual baso este escrito. Del antiguo muelle de la Mina Elena sólo quedan restos de su estructura, que asoman como huérfanos del mar.

En la isla Riesco, aparte de su riqueza carbonífera, como dije en un artículo anterior, hay estancias ganaderas que explotan miles de cabezas de ganado, que pastan en sus praderas. El lugar es montañoso y con cerros nevados, los campos tienen buena vegetación y las costas, senos y canales reciben las aguas que el estrecho de Magallanes introduce en ese enorme laberinto, donde el navegado canal Fitz Roy asombra por su utilidad y belleza.