Con su "rock social sureño", Raizur - una banda oriunda de Fernández Oro - cumplió hace sólo una semana uno de sus mayores anhelos: tocar junto a La Renga en el Ruca Che.

Con paciencia, una de las bandas más reconocidas del Alto Valle en los últimos tiempos, no se desespera por pegar el gran salto y llegar a los escenarios más importantes del país y confiesan que su sueño es ser reconocidos en la región.

Los cinco jóvenes se encuentran por la tarde, cuando el sol comienza a esconderse, en el garaje de la casa de uno de ellos. Las primeras palabras que cruzan son algunas bromas, pero a los pocos minutos el trabajo comienza en serio. Es que el ensayo es una las liturgias más importantes de un grupo de rock en ascenso, sobre todo con la responsabilidad de ser una de las bandas más representativas de todo el Alto Valle.

Nacidos y criados en Fernández Oro, los Raizur tienen un sentido de pertenencia muy particular con la Patagonia a la cual mencionan en muchas de sus letras.

"Queríamos que si en algún momento nuestras canciones llegaran a escucharse en otros lugares, se supiera instantáneamente de donde venimos", dice Diego "Luza" Sandoval. "Primero pensamos en 'La raíz del sur', pero sonaba muy folclórico, y ahí surgió 'Raizur' como un juego de palabras más roquero", explica con una pizca de humor el líder del grupo.

La banda está formada actualmente por "Luza" Sandoval en voz y armónica, Matías Bustamante en percusión, Pablo Yacopino en guitarra, Orlando Roa en bajo y Matías Ojeda en saxo y armónica.

En el trabajo cotidiano de la banda, Luza se encarga de escribir las letras y crear la música, pero el grupo en su conjunto debate sobre los arreglos musicales que se le realizan a las piezas.

La discografía de Raizur se conforma de un mini demostrativo llamado "La puerta del Rock" y el genial demo "Entre caos y risas". Hace pocas semanas - y con mucho esfuerzo para solventar los gastos - tuvieron la oportunidad de grabar su flamante disco profesional "Desde el Currú Leuvú", que quiere decir "desde el Río Negro". "Nosotros trabajamos con todos temas propios. No hacemos covers. Tratamos de difundir nuestra música regional y escribimos sobre lo que pasa en nuestro barrio, nuestra ciudad, en la región", aclaró Sandoval.

Los proyectos continúan y no se conforman con su primer disco. Ya están trabajando en su segundo disco aunque antes deben juntar los fondos necesarios para "bancar los gastos de traslado y grabación", además de terminar algunos temas y "ensayar, ensayar, ensayar".

Lejos de soñar con el salto a Buenos Aires, los Raizur confiesan que su principal objetivo es que al tocar en cualquier escenario de la región, los valletanos los reconozcan y sepan "algo" acerca de su música. "Siempre hay ambiciones sobre en qué lugares tocar, pero tenemos los pies sobre la tierra y vamos paso a paso. Un día estábamos tocando en un bar, otro día en un anfiteatro, después en el teatro del viento y hace una semana con La Renga en el Ruca Che. El camino que hicimos fue dando sus frutos", agrega "Luza".

Con la humildad que los caracteriza, la banda agradece permanentemente el acompañamiento de los fans: los autodenonimados "raizureños". "Cuando subimos al escenario, lo que queremos es devolverle al público todo el cariño que nos brindaron siempre. Por las redes sociales, en los recitales o en las calles, siempre nos han apoyado", continua Sandoval.

El sonido de estos músicos regionales no tiene nada que envidiarle a las bandas más reconocidas en el país. Con letras de contenido social de gran calidad, acordes de guitarra, bajo y saxo que harían estremecer a cualquier "metalero" y acompañados por una poderosa percusión, los raizureños hacen delirar a sus seguidores en cada presentación. Sin lugar a dudas la "raíz del sur" seguirá creciendo.