La Primera Escuadra Nacional (28 de octubre de 1818)

El 21 de mayo de 1818 había zarpado desde Cádiz un convoy de 11 transportes escoltados por la fragata "Reina María Isabel", de 50 cañones, para conducir a las costas del Pacífico una expedición de 2.080 soldados destinada a impedir la independencia de Chile.

 

Durante la travesía en el Atlántico, se amotinó la tripulación del transporte "Trinidad", que tomó el control del buque y recaló el 16 de agosto en Buenos Aires, con la novedad de esta amenaza, en tránsito hacia el Pacífico.

 

El Ministro chileno en Argentina despachó urgentemente un emisario a Santiago, quien entregó esta información al Gobierno chileno nueve días después.

 

El General Bernardo O'Higgins Riquelme con el Ministro José Ignacio Zenteno se trasladaron de inmediato a Valparaíso para apresurar el alistamiento de la Escuadra y disponer el zarpe con el objeto de interceptar y capturar el convoy realista.

 

Se fijó el día del zarpe para el 10 de octubre. El Capitán de 1ª clase (capitán de navío) Manuel Blanco Encalada conformó la Escuadra con los buques que se indican, izando su insignia en el primero:

 

Navío
San Martín
1.350 toneladas Capitán de Fragata
Guillermo Wilkinson
60 cañones 492 hombres
Fragata
"Lautaro"
850 toneladas Capitán de Fragata
Charles Wooster
46 cañones 353 hombres
Corbeta
"Chacabuco"
450 toneladas Capitán de Corbeta
Francisco Díaz
20 cañones 154 hombres
Bergantín
"Araucano"
270 toneladas Teniente
Raimundo Morris
16 cañones 110 hombres

 

Armamento y tripulación, totales: 142 cañones - 1.109 hombres.

 

A las 9 horas, las naves empavesadas con los colores nacionales zarparon al sur en medio de las salvas de las baterías del puerto.

 

Desde el amanecer, toda la población se puso en movimiento y agitación para observar a esta Fuerza Naval que partía en su operación inaugural.

 

Se formulaban mil pronósticos: unos presumían que los tripulantes extranjeros se sublevarían. Otros dudaban del éxito por entrenamiento insuficientes; otros, en cambio, estaban dominados de un profundo optimismo.

 

Entre ellos, los grandes organizadores de la empresa: Bernardo O'Higgins Riquelme y el Ministro José Ignacio Zenteno.

 

En travesía oceánica, la Escuadra se desplazó hacia la Isla Mocha, para esperar allí el paso del convoy proveniente desde el Cabo de Hornos. Durante la noche del 14, quedó rezagada la "Chacabuco".

 

El 26 de octubre, a la cuadra de Talcahuano, el Comandante Manuel Blanco Encalada destacó el "Araucano", para reconocer el puerto y proceder posteriormente a un "rendez-vous" en la isla Santa María.

 

El día 27, fondeaban en esta isla el "San Martín" y la "Lautaro", enarbolando pabellón español. Encontraron allí la fragata ballenera inglesa "Shakespeare", cuyo Capitán informó al Comandante Manuel Blanco Encalada que la fragata "Reina María Isabel" había pasado el día 22 rumbo a Talcahuano, con la tripulación enferma y muy escasa en víveres. Había dejado cinco hombres en la isla con instrucciones para los transportes.

 

Estos tripulantes concurrieron engañados a bordo del "San Martín", creyendo que se trataba de uno de los transportes y le entregaron varios documentos de la fragata "Reina María Isabel", en los que se disponía un punto reunión del convoy, en el puerto de Talcahuano.

 

Sin vacilar, el Comandante Manuel Blanco Encalada dispuso el zarpe a Talcahuano, lamentando no haber reunido todavía a la totalidad de su fuerza.

 

El navío "San Martín" y la fragata "Lautaro" ingresaban por la boca grande a la bahía de Concepción el día 28.

 

La fragata "Reina María Isabel" disparó un cañón mientras izaba una bandera roja al tope del palo mayor.

 

El "San Martín" contestó el saludo e izó el pabellón inglés. Más cerca, fue repetido este procedimiento, pero se notaba que la fragata española sospechaba, porque el tercer cañonazo fue con munición de guerra.

 

Entonces, las naves chilenas izaron el pabellón nacional y gobernaron decididamente sobre la fragata enemiga.

 

El Comandante español descargó su batería de estribor sobre el "San Martín" y considerándose en enorme desventaja, ordenó cortar los cables de las anclas para vararse en la costa.

 

Su tripulación ocupó inmediatamente los botes para ganar tierra.

 

El Comandante Manuel Blanco Encalada ordenó al Capitán Guillermo Wilkinson fondear y romper el fuego. A la primera andanada, la fragata arrió el pabellón en señal de rendición.

 

Acto seguido, el Jefe chileno envió un grupo a tomar posesión de la nave y proceder de inmediato a desvararla.

 

Por los prisioneros, el Comandante Manuel Blanco Encalada supo que en Concepción los españoles contaban con mil soldados veteranos y 7 piezas de artillería. En consecuencia, dispuso el inmediato desembarco del Mayor Guillermo Miller con 150 soldados de marina para retardar a un máximo el arribo de la artillería al puerto.

 

Ambas fuerzas iniciaron el combate en tierra 30 minutos después, apoyados por el fuego de artillería de la fragata enemiga, ya capturada, pero aún varada.

 

La noche obligó a suspender el fuego de ambos bandos, mas no los esfuerzos que se hacían a bordo para reflotar la presa.

 

A las 2 de la madrugada, las fuerzas realistas trataron de abordar la nave, pero fueron hábilmente rechazadas por la tropa embarcada.

 

A la alborada del día 29, la infantería realista inició un tiroteo sobre la cubierta de la fragata y el fuerte de San Agustín comenzó a bombardear al "San Martín", mientras las embarcaciones que trataban de zafar la nave española.

 

Se entabló un largo duelo de artillería con dos piezas realistas, hasta que a las 11 de la mañana la "Reina María Isabel" flotó finalmente y salió junto al "San Martín" en pleno tiroteo, fuera del alcance de la artillería enemiga.

 

Esta significativa jornada, la rendición de la "Reina María Isabel" y su rescate en la playa de la isla Rocuant, costó a la Escuadra patriota 27 muertos y 22 heridos.

 

El Capitán Guillermo Wilkinson procedió a amarinar la presa y a las 3 de la tarde, el "San Martín" mandado ahora por el Teniente 1o. Santiago Ramsay; la "Lautaro" con Charles Wooster, y la "Reina María Isabel" al mando de Guillermo Wilkinson, salían de la bahía de Concepción a la captura de los transportes españoles.

 

Navegaron de regreso a la isla Santa María, donde arribaron el 31 de octubre a las 4 de la tarde enarbolando nuevamente bandera española y se desplegaron convenientemente para apresar los transportes restantes de la expedición realista.

 

Luego se presentó la corbeta "Chacabuco" , que había quedado rezagada durante la travesía inicial. Asimismo, en este fondeadero, el 9 de noviembre, recaló y se presentó para el servicio en la Escuadra el bergantín de guerra "Galvarino", recientemente adquirido para la Marina en Buenos Aires.

 

Los transportes españoles rezagados fueron recalando sucesivamente a la isla Santa María durante las dos semanas siguientes.

 

Al ver la enseña de España tremolando en los palos de nuestros buques, obedecían las señales de fondear a popa de la "Reina María Isabel". Un cañonazo del "San Martín" indicaba el momento para el cambio de pabellón y los transportes con los regimientos embarcados caían prisioneros uno tras otro.

 

De las 12 naves que integraron el convoy, sólo 4 lograron arribar a su destino en El Callao.

 

El 17 de noviembre a las 11 horas, la Escuadra chilena regresaba a Valparaíso con todas sus presas. Zarparon 4 buques reclutas y regresaron 11 triunfantes naves cargadas de victoria, que despertaron en los patriotas delirios de entusiasmo.

 

El fragor de los cañones y las aclamaciones del pueblo recibieron a los barcos que regresaban con gloria y honor.

 

El Supremo Gobierno dispuso por decreto que todas las tripulaciones de los buques participantes en esta empresa llevaran en el brazo izquierdo un escudo de paño verde mar en cuyo centro se leyera en letras de oro: "Su primer ensayo dio a Chile el dominio del Pacífico".

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