Todo a Babor. Revista divulgativa de Historia Naval
» Listado de los Navíos de Línea

Navío Asia (3)

Nombre común: Asia (3) Porte del navío
Advocación de: -
Porte: 74 cañones
Botado en: La Habana, 1791

» Historial del navío.

Sistema Romero de Landa.

En 1798 captura, junto a la fragata Anfítitre, la fragata mercante inglesa "General Goddard", por las Antillas. También hace otras presas al enemigo, encontrando 4 españoles entre los miembros de sus tripulaciones.

En 1791, mandado por Felix de Goicoechea, junto a los navios Soberano, Castilla y Miño conduce tropas a América.

En 1793 está mandado por Luis Villabriga. Forma parte de la escuadra de Francisco de Borja y participa en la expedición a Cerdeña y la toma de las islas San Antioco y San Pedro, regresando después a Cádiz donde pasó a ser mandado por Bartolomé de Rivera.

En 1794 estaba en la escuadra de Varela y Ulloa. Realiza un viaje por América septentrional y pasa a la escuadra de Aristizabal en La Habana.

En 1797, mandado por Francisco Javier Muñoz y junto a la fragata Minerva conduce fondos de Veracruz a La habana.

En 1799 viaja de La Habana a Puerto Rico. No puede evitar que las fragatas Santa Brigida y Tetis sean apresadas por los ingleses.

En 1801, mandado por Francisco Alcedo sale de La Habana y un fuerte temporal le obliga a refugiarse en Puerto Rico, ya que el buque hacía siete pulgadas de agua a la hora, para seguir después a Cádiz y Cartagena.

En 1805 forma parte de la escuadra del Teniente general Justo Salcedo surta en Cartagena. El navío es mandado por el capitán de navío don José Calderón

En marzo de 1806 y junto a la fragata "Proserpina" capturan la goleta inglesa "Aravia Fenice" y varios faluchos más, con 14 piezas de artillería y 70 hombres.

El 3 de abril de 1806 y junto con el navío San Ramón y la fragata Soledad persiguen a dos fragatas de guerra británicas, pero no logran alcanzarlas, aunque pueden represar un jabeque mercante que había sido capturado por las fragatas el día antes.

En marzo de 1808 es mandado por el capitán de navío don José Calderón, que forma parte de la escuadra de Cayetano Valdés que sale de Cartagena con destino Tolón, pero debido al mal estado de los barcos arriban en Mahón.

En 1809 escolta mercantes a Veracruz.

En 1811 es comisionado a América junto con los mercantes: fragata Vicenta, Nuestra Señora del Coro y Magdalena para transportar tropas.

El 24 de octubre de 1814 llega al Callao. Su Comandante, el Capitán de Navío D. Pedro Valencia; llevaba al Coronel y tropa del Regimiento de Talavera; artilleros; Oficiales de Marina; religiosos; azogues; Bulas; municiones y un preso.

En 1815 sale de Cádiz a El Callao (desertaría mucha gente y su capitán se quejaría de la poca ayuda de las Autoridades de tierra), regresando a Cádiz en el mismo año para realizar cruceros por Trípoli, Túnez y Argel.

En 1818 es mandado a patrullar la zona de las Canarias donde los corsarios de los insurgentes mantienen bloqueada las islas. El Asia recibe orden de apresarlos. Uno de los Capitanes corsarios era Tomás Taylor, mandando el "Enemigo de los Tiranos", de 18 cañones de a 36, con 120 hombres.

En 1821 llega a la Habana, de Veracruz llevando 2.300.000 de pesos fuertes y 700 sobornales de añil. Entre muertos, enfermos bajados al Hospital y desertores quedaron allí 200, que no pudo reemplazar.

En 1823, mandado por Roque Guruceta, sale de Cádiz con destino a América para combatir a los insurgentes. En 1825, trás la rendición se dirige a las Filipinas y al fondear en Las Marianas la tripulación se sublevó abandonando a la oficialidad en tierra. Para saber porqué se produjo tal motín hay que tener en cuenta que el navío llevaba 3 años combatiendo en las costas americanas y que la tripulación estaba formada, en su mayor parte, con gente de leva tomada en puerto americanos. El episodio fue como sigue:

Cuando las tropas leales a España se rindieron tras la batalla de Ayacucho, incluyeron dentro de las condiciones la entrega del navio a los insurgentes. Roque Guruzeta, comandante del navio, se negó a reconocer los términos y puso rumbo a Filipinas. Como parte del repliegue español, el 2 de enero de 1825 zarparon de el Callao, Perú, con destino a Chile y a las Filipinas, una flota compuesta por el Navío Asia, el bergantín Constante, bergantín Aquiles, y la corbeta transporte Gavinton.

Las malas condiciones del navio obligaron a fondear en Las Marianas para reparaciones y aprovisionamiento. Entre el 10 y 12 de marzo de 1825 estalló un motín por la tripulación cuando fondearon en Omaja, isla de Guaján, en el que el propio Guruzeta salió herido grave en la cabeza. A su vez el bergantín "Constante" también se amotina. Este bergantín formaría parte de la marina mexicana hasta que en diciembre de 1832 se fue a pique en San Blas.

El comandante y la oficialidad fueron abandonados y los amotinados se dirigieron a América. Los oficiales abandonados fueron recogidos días después por un ballenero inglés y transportados a Manila. El 28 de abril los amotinados avistaron el puerto de Monterrey, en la Alta California, entrando a la bahía con bandera de parlamento. Las autoridades de Monterrey aceptaron los términos que proponían los amotinados: recibir sueldos atrasados, jurar fidelidad a México y obtener para los que no quisieran permanecer en México, facilidades para partir a donde desearan. De Monterrey zarparon rumbo a Acapulco, llevando una bandera con los colores verde, blanco, y rojo.

Una carta encontrada en la Gaceta de Madrid del 27 de diciembre de 1825 supuestamente de su comandante, nos relata los detalles del motín:

  • “Se nos ha pasado una carta de don Roque de Guruceta, comandante del navío "Asia", escrita a un amigo suyo, cuya publicación creemos será grata a nuestros lectores; y de cuya autenticidad salimos garantes.

  • Manila, 25 de abril d 1825.- A la salida de Quiloa, y estando ya en el mar en el momento de abandonar las costas del Perú, escribí a vmd. Diciéndole que me dirigía a las Islas Filipinas. Nuestra navegación fue felicísima hasta las Islas Marianas, donde me dirigí para tomar agua. Hecha en 4 días esta operación, di orden de aparejar y dar la vela en la noche del 10 de marzo, cuando un acontecimiento extraordinario, y desconocido en la marina española, me sumergió en el mayor dolor.

  • Sin ningún antecedente de que hubiese descontento por motivo alguno, se sublevó la tripulación de mi navío, principado por los soldados de marina, y la señal del alzamiento fue el dar la orden de acudir al cabestrante para levar el ancla. La tripulación corrió a las armas, y se puso sobre la cubierta de popa del navío: inmediatamente me dirigí allí para apaciguar tan desconocido desorden, y al decir “me reconocen vds.. por su comandante” algunas voces contestaron que sí, fueron sofocadas por gritos furiosos de “afuera”, y al momento se echaron sobre mí y sobre los oficiales y guardiamarinas que se habían puesto a mi lado. En este conflicto me dieron dos sablazos en la cabeza, y se me rompió la pierna izquierda, cayendo en el suelo sin poderme levantar, aunque lo intenté por dos veces.

  • Y allí me dejaron medio muerto, hasta que a poco rato me trasladaron dos marineros a mi cama. Después acometieron los rebelados a los oficiales, e hirieron a uno y a dos guardiamarinas, maltratando a todos los demás, que encerraron conmigo en la cámara, poniendo dentro y fuera de ella muchos centinelas.

  • Juzgue vmd. Del espantoso desorden que habría después de esto. Al principio no tomaron parte en la rebelión los marinos, pero fueron después envueltos por los otros. Luego se discutió sobre nuestra suerte, diciendo que “hombre muerto no habla”, querían degollarnos. Otros sólo querían hacerlo sólo con algunos. ¡Que noche tan horrible para un oficial de honor, obedecido y amado siempre por los suyos!.

  • En fin, se decidió que se nos echasen a tierra, después de despojarnos de nuestro equipaje, lo cual ejecutaron a la siguiente mañana 11, principiando por los demás oficiales. Yo fui de los últimos, y observando, cuando me vinieron a sacar, que aun parecía que se me tenía alguna consideración, les dije que a lo menos esperaba no completarían el horroroso atentado que habían cometido, entregando el navío a los insurgentes.

  • A esta idea vi que a algunos de ellos se les caían las lágrimas. Inmediatamente les prometí el perdón, y emplee todos los medios de persuasión que pude para atraerlos, y hubo un momento en que me lisonjeé de que aun salvaría al Rey el navío. Pero los que habían dirigido el alzamiento , les repitieron toda aquella noche que ya no podía haber perdón para ellos y que todos serían fusilados o decapitados por haber tomado las armas contra nosotros, o por no habernos defendido; y me contestaron que ya no era tiempo, y por su propia seguridad les precisaba a desembarcarme. Me bajaron en la hamaca, y al pasar sobre el puente aun me esforcé inútilmente en atraer la tripulación, pues dieron orden de desembarcarme al momento. Me vi desesperado…. Todavía flotaba la bandera en el navío….

  • ¡Ahora es, y no comprendo como sobrevivo a un lance tan cruel. Me estaba sin duda reservado este trago, y el ser el primer español que ha perdido un navío de un modo semejante!.

  • La tripulación del bergantín “Aquiles” se sublevó del mismo modo dos días después, y el comandante y oficiales fueron echados a tierra.

  • Hemos venido aquí desde las Islas Marianas en dos barcos ingleses, que se emplean en la pesca de ballenas. Las heridas de mi cabeza se han curado enteramente. El hueso principal de la pierna se quebró por tres partes, y el colateral por dos. A pesar de esto, y de una llaga grande que se ha formado en una de las fracturas, voy bien, y he principado a andar con dos muletas”.

El 28 de noviembre de 1825 uno de los principales cabecillas del motín, llamado Manuel Caballero, fue capturado en la ciudad de San Fernando y ejecutado en la horca y mano cortada. Además se siguió la causa de otros 5 individuos más que fueron aprehendidos en La Habana y que fueron remitidos por la fragata Iberia para España. Tres de ellos pertenecientes al Asia y los otros dos al bergantín Aquiles.

Así mismo se mandó al navío Soberano en busca del amotinado Asia, aunque no pudo hallarlo.

El 17 de junio de 1825 arriba en Acapulco y allí es renombrado "Congreso Mexicano" siendo el buque más grande y potente de la recién constituída marina mexicana.

A partir de ese año realiza varios viajes, teniendo muchos problemas de indisciplina. Estos problemas se achacan a la falta de experiencia de la recién costituída marina, que incluso tiene que contratar oficiales extranjeros.

Después de retirarlo del servicio activo por las malas condiciones en las que se encontraba en 1827 se utilizó al navío como cuartel; después como pontón.

En 1832 por estar haciendo agua, se le remolcó hasta el este del bajo del pastelillo de Ulúa, donde terminó hundiéndose lentamente.

  • (AL), (TAB)

» Dimensiones.

En 1805
En pies de Burgos (y pulgadas):
- Quilla limpia: 160, 3''
- Manga: 49, 6''
- Eslora: 181
- Puntal: 23, 11''
- Plan: 24
- Toneladas: 1.541
- Cala de popa: 23, 5''
- De proa: 21, 11''
- Diferencia: 1, 6''
- Batería al medio: 6, 4''
- Quintales de lastre en hierro: 2.500
- En zahorra: 11.000
- Quebranto: -
(CDT)
 
 

» Artillería.

En 1805
26 cañones de a 24 libras
28 de a 18
14 de a 8
4 obúses de a 30
2 obuses de a 24
4 obuses de a 4
(CDT)
 
 

» Dotaciones.

En 1805
- Oficiales de guerra: 12
- Guardiamarinas: 2
- Oficiales mayores: 8
- Contramaestres, guardianes y patrones de bote: 7
- Carpinteros: 8
- Calafates: 8
- Armero, buzo, farolero y cocinero: 3
- Tropa de infantería: 143
- Tropa de artillería: 55
- Artilleros de Preferencia: 16
- Artilleros ordinarios: 39
- Marineros: 163
- Grumetes: 68
- Pajes: 12
Total: 542
(CDT)
 
 

» Imágenes del navío Asia.

navio Asia, pulse para ampliar
> Navío "Asia" capeando un temporal en 1824. Foto del Museo Naval de Madrid.

 

Observaciones.

> Para ampliar más información sobre este navío entre aquí.

 

© TODO A BABOR. HISTORIA NAVAL