Navío Guerrero

         Construido en El Ferrol en 1755 mediante el llamado “sistema inglés” de Jorge Juan. Disponía de 74 cañones y su nombre del santoral era San Raimundo. Fue una de los doce navíos de la serie del “Apostolado” que se ordenaron construir en el astillero de Esteiro el 15 de julio de 1752. Por su orden de construcción fueron los siguientes: Oriente, Eolo, Magnánimo, Aquilón, Neptuno, Gallardo, Brillante, Vencedor, Glorioso, Guerrero, Héctor y Soberano, poniéndose sus quillas entre el 15 de agosto de 1752 y el 11 de septiembre de 1753.

         Al mando del capitán de navío Bernabé Urcullu zarpa de Cartagena en agosto de 1759 con la escuadra del marqués de la Victoria para recoger en Nápoles al nuevo rey Carlos III para llevarlo a Barcelona el 16 de octubre En Nápoles se hizo cargo del Guerrero el capitán de navío Joaquín de Aguirre.

         En diciembre de 1760 entra en el arsenal de El Ferrol para ser sometido a un recorrido general.

         Al mando del capitán José de San Vicente, y acompañado por el navío Oriente, zarpa de El Ferrol el 19 de mayo de 1764 para dirigirse a Cádiz. Al año siguiente y al mando del mismo capitán José de San Vicente se encuentra con la escuadra del marqués de la Victoria que trae a Cartagena desde Génova a la futura reina María Luisa.

         El 21 de julio de 1770 zarpa de El Ferrol con el navío Santo Domingo para hacer las pruebas al navío Santísima Trinidad, regresando a puerto el 9 de agosto. Esta división estuvo al mando del jefe de escuadra Pedro Castejón.

         Al comenzar la guerra con Inglaterra en junio de 1779 en el marco de la independencia de las colonias norteamericanas, se encuentra en la escuadra del teniente general Miguel Gastón, que se incorpora a la de Luis de Córdoba para la primera campaña del canal de la Mancha junto a la francesa del teniente general Louis Guillonet, conde de Orvilliers. La escuadra de Córdoba zarpa de Cádiz el 23 de junio, al día siguiente de la declaración de guerra y a la altura de Sisargas se une el 23 de julio a la francesa que había salido de Brest el 3 de julio. Al entrar en el Canal el 14 de agosto el navío Guerrero se encontraba en la columna del centro mandada por el propio Orvilliers. La campaña acaba el 14 de septiembre cuando la escuadra combinada entra en Brest sin haber conseguido sus propósitos.

         Quedó en Brest con la escuadra de Gastón hasta que el 23 de enero de 1780 zarpa rumbo a Cádiz con los 19 navíos de la escuadra española además de cuatro franceses.

         El 28 de abril de 1780 zarpa de Cádiz con la escuadra de José Solano Bote, compuesta por 12 navíos, 2 fragatas y 3 menores escoltando un convoy de 140 naves con 12.000 soldados a bordo. Cerca de la Marinica, Solado sale airoso de la trampa que le ha tendido el almirante inglés Rodney, que le estaba esperando. El 8 de julio se unen en Dominica a la escuadra del francés conde de Guichen, formando una escuadra de 35 navíos para atacar Jamaica. El clima, el largo viaje y la aglomeración producen en las filas españolas el mal del vómito negro, teniendo que desembarcar a los enfermos antes que el mal se extienda a la masa, por lo que las dos escuadras se separan. La francesa llega a Cádiz en octubre escoltando a los buques de comercio, mientras Solano llega a La Habana el 4 de agosto.

         El 16 de octubre de 1780 zarpa de La Habana una escuadra compuesta por 5 navíos, 4 fragatas, un paquebote y un bergantín al mando de José Solano Bote con intención de desembarcar en Pensacola unos cuatro mil soldados al mando de Bernardo de Gálvez. La expedición fracasa por un fuerte huracán que dispersa la flota al poco de zarpar, naufragando varios mercantes del convoy y llegando otros a diferentes puertos del golfo de México. Los navíos de esta escuadra eran los siguientes: San Juan Nepomuceno (insignia), Guerrero, Velasco, San Ramón, Astuto y Dragón.

        A primeros de abril de 1781, en pleno ataque a Pensacola, se tienen noticias de la posible llegada de una escuadra inglesa para defender Pensacola. José Solano zarpa el 9 de abril de La Habana con 11 navíos españoles y 4 franceses además de 4 fragatas españolas y 4 francesas el 9 de abril para apoyar con tropas y sus cañones a las fuerzas españolas. Llegan a Pensacola el 21 de abril. La fortaleza es tomada el 10 de mayo y el día 17 entra Solano para embarcar las tropas y llevarlas a La Habana.

         Regresado del Caribe, en octubre de 1782 se encuentra en la escuadra del teniente general Luis de Córdoba en el asedio de Gibraltar, participando en la indecisa batalla naval de Cabo Espartel contra la escuadra inglesa de Richard Howe el 21 de octubre cuando regresaban a Inglaterra después de abastecer la plaza de Gibraltar. El navío Guerrero tuvo en este combate tres muertos y siete heridos.

        Los días 21 y 22 de julio de 1790 zarpa de Cádiz la escuadra del teniente general José Solano Bote, marqués de Socorro. El navío Guerrero  se armó en Cartagena y se unió en Cádiz a la escuadra, estando al mando del brigadier Francisco Muñoz. Esta escuadra partió rumbo norte para enfrentarse a una posible guerra con Inglaterra por el incidente de Nootka, cuando la fragata española Princesa apresa en 1788 al paquebote inglés Argonauta y a la balandra Princesa Royal, por no reconocer la posesión española de aquel territorio. Los ánimos se fueron apaciguando y las escuadras regresaron a puerto para desarmar.

         Al mando de José Justo Salcedo se encuentra en 1794 en la escuadra del teniente general Juan de Lángara hasta la paz de Basilea.

         En 1797 se encontraba en Cádiz con la escuadra de José de Mazarredo al mando del capitán de navío Nicolás Estrada y Posada. Al año siguiente, al mando de José Justo Salcedo rompe el bloqueo para llegar a América y recoger los caudales tan necesarios para la hacienda española.

         En 1799 se incorpora en Cartagena a la escuadra de Mazarredo, que había salido de Cádiz para unirse a la francesa de Bruix. Unidas las dos escuadras salen para Cádiz el 29 de junio y de Cádiz el 20 de julio para llegar al puerto de Brest el 9 de agosto, donde quedan bloqueados hasta el final de la guerra. Estaba el navío Guerrero al mando del brigadier Nicolás Estrada, siendo sustituido en abril de 1801 por el capitán de navío Francisco Javier de Uriarte.

         Para apoyar a la escuadra francesa de Villaret-Joyeuse en su campaña de Santo Domingo, zarpa de Brest con la escuadra española de Federico Gravina el 14 de diciembre de 1801. El jefe de escuadra Juan María de Villavicencio arbolaba su insignia en el Guerrero.

         En enero de 1805 se encontraba en Cartagena, desarmado. Los días 18, 19 y 20 de mayo y el 8, 9 y 11 de junio efectúa salidas desde Cartagena para el adiestramiento de las tripulaciones con la escuadra de José Justo Salcedo, estando al mando del capitán de navío José de la Encina, que ostentaba su mando desde el mes de febrero. Esta escuadra efectúa su última salida de Cartagena entre el 17 y el 22 de julio para unirse a la escuadra de Cádiz, unión que no se materializa por la presencia de una escuadra de bloqueo inglesa en aguas gaditanas. En octubre de 1805 se encuentra en Cartagena con la escuadra de José Justo Salcedo.

         En febrero de 1808 sigue en Cartagena con la escuadra al mando del teniente general Cayetano Valdés. Con la misma escuadra entra en el puerto de Palma el 18 de agosto procedente de Mahón. Seguía al mando del capitán José de la Encina. Por orden de Godoy debían trasladarse a Tolón, pero las tempestades y el poco entusiasmo del comandante de la escuadra, hace que queden en Mahón, bloqueados por la escuadra inglesa del vicealmirante Martin.

        En 1818, al mando de Antonio Ruiz Mateos, está fondeado en Cádiz con la escuadra del brigadier Francisco Mourelle, compuesta por cuatro navíos, 3 fragatas, 4 bergantines, cuatro bergantines-goleta y dos goletas.

         En 1820 pasa a ser mandado por el capitán de fragata José Obregón, siendo al poco ascendido a capitán de navío.

         En 1823 regresa de La Habana al mando del capitán de navío José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo, encontrándose en el dique de La Carraca ese mismo año cuando atacan los franceses del duque de Angulema para restablecer en el trono a Fernando VII. El 15 de septiembre, uno de los proyectiles lanzados por los franceses cae en el dique ocupado por el Guerrero, siendo el capitán de fragata ingeniero Joaquín María Pery el que apaga el incendio con riesgo de su vida.

         En octubre de 1825 queda listo para el servicio después de ser carenado. En 1826 es enviada al Caribe una división al mando del brigadier Angel Laborde y Navarro, compuesta por el navío Guerrero y las fragatas Perla, Iberia y Lealtad, para oponerse a las escuadras colombiana y mejicana. Más tarde se unieron los navíos Héroe y Soberano y la fragata Restauración. Desarrolla misiones durante algunos años desde La Habana, siendo insignia del brigadier Laborde. (ver observaciones).

         En 1834 se encontraba desarmado en El Ferrol, al igual que los navíos Héroe y Soberano. En 1845 estaba con el navío Héroe en El Ferrol, ambos en muy mal estado. Es dado de baja en 1850, estando en servicio durante 92 años.

• Por Santiago Gómez.
  - Revista General de Marina, septiembre 1928, página 378.
  - Revista General de Marina, junio 1943, página 819.
  - Revista General de Marina, noviembre-diciembre 1943, página 745.
  - Revista General de Marina, noviembre 1961, página 853.
  - Revista General de Marina, marzo 1994, página 348.
  - Revista de Historia Naval, 1992, nº 39, página 115.
  - “Trafalgar, génesis de una selección”, Hermenegildo Franco Castañón. Revista de Historia Naval. 1985, nº 8.
  - “El Buque en la Armada española”, Varios autores, Silex.
  - “Cuando los reyes llegan de Italia”, Rafael González Echegaray, Revista General de Marina, agosto 1780.
  - “Los tres puentes españoles”, José Luis Alcofar Nassaes, Revista General de Marina, agosto 1780.
  - “La venida a España de Carlos III”, José Fernández Gaytán. Revista General de Marina, febrero 1988.
  - “La guerra del Caribe en el siglo XVIII”, Juan Manuel Zapatero. Instituto de Cultura puertorriqueña. San Juan de Puerto Rico. 1964.
  - “El almirante Luis de Córdoba en el asedio de Gibraltar”, Pedro Voltes. Revista General de Marina, julio 1956.
  - “Apuntes para la historia de la Marina de Isabel II”, Carlos Vila. Revista General de Marina, agosto 1949.
  - “La Marina en las guerras carlistas”, José Fernández Gaytán. Revista General de Marina, abril 1959.
  - “La Armada española ante los corsarios colombianos de 1826”, Fernando Serrano Mangas. Revista de Historia Naval. Nº 2, 1983, página 121.
  - “La Carraca. El primer arsenal ilustrado español”, José Quintero González.
  - “Armada española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón”, Tomo XIX, Cesáreo Fernández Duro.
  - “Disquisiciones náuticas”, Tomo V, Cesáreo Fernández Duro.