Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, arribó ayer a Sudáfrica, sede
del mundial de fútbol 2010, para promocionar la candidatura de la organización de Derechos Humanos
al premio Nobel de la Paz. Con toda la atención mediática concentrada en el país, Carlotto aterrizó
en el aeropuerto OR Tambo de la ciudad de Johhanesburgo con una idea clara: llevarse el apoyo de
Nelson Mandela y otros notables para obtener el galardón que se entrega la Academia Sueca.
Sin embargo, ella no oculta sus ganas de poder ir a ver a la selección Argentina, que dirige
Diego Armando Maradona, en alguno de los partidos de primera ronda que quedan. En una entrevista
con
Perfil.com, la titular de Abuelas, se mostró esperanzada en ganar el premio, habló
de la causa de los hijos de Ernestina Herrera de Noble y comentó cómo conoció al actual director
técnico de la Argentina.
Agenda Nobel. Anoche, en un evento lleno de lujo, champagne, y una veintena de miss mundo de
diferentes países que participan en la Copa del Mundo, Carlotto inauguró el stand argentino en el
Sandton Convention Center, ubicado en el Mandela Square, uno de los centro comerciales más
visitados de Johhanesburgo. Acompañada por el embajador argentino en Sudáfrica, Carlos Sersale di
Cerisano, y el ex jugador del seleccionado nacional, Osvaldo Ardiles, cortó al cinta y habló de la
postulación de Abuelas al Nobel.
En diálogo con Perfil.com, Carlotto sostuvo que tienen "una gran expectativa y una gran
esperanza" en ganar el premio "porque es el tercer año que estamos siendo nominadas y el Comité
Nobel nos ha aceptado", aunque manifestó que "todavía falta mucho". En ese sentido, señaló que la
idea de venir al Mundial apunta a promocionar la candidatura: "Mi presencia acá tiene ese sentido,
de promocionar la postulación y que algunos se sumen a esta convocatoria que en Argentina hace el
senador Daniel Filmus e Ignacio Hernaiz [director del Canal Encuentro]".
"Ojala lo ganemos, a quién no le gusta recibir un reconocimiento a una lucha para
compartirlo con todas las abuelas que quedaron en Buenos Aires", confió la cara de
Abuelas, quien agregó que "si de Sudáfrica sale alguna firma de apoyo de Mandela y algunas otras
personalidades, pienso que sí podemos ganar el Nobel de la Paz". Hoy Carlotto visitará la zona de
Soweto, donde está la fundación Mandela y espera también poder llegar a reunirse con Diego Maradona
y los jugadores de la selección antes de dejar el país.
Causa Noble. Las últimas novedades en el caso que investiga la identidad de los hijos
adoptivos de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, llenan de optimismo a Carlotto, quien
consultada por este medio señaló que "en unos días se van a saber los resultados de los ADN".
Asimismo marcó que en Abuelas saben que lo más probable es que
cuando se entrecrucen esas
muestras con la de las dos familias querellantes el resultado sea negativo, sin embargo afirma
que
cuando se los coteje con el Banco Nacional de datos se revelará la verdad. "Había
un acuerdo de compararlos sólo con dos muestras y no con el resto, es que con el resto va a dar y
quizás sean nuestros nietos, digo quizá porque la certeza no existe, nosotros no tenemos la bola de
cristal", aseveró.
"Lo que más nos interesa a las Abuelas son esas dos personas, que son Marcela y Felipe, que
están siendo victimizadas por la propia gente que dice quererlos", aclaró Carlotto, que
subrayó que "en realidad esto se podría haber hecho hace nueve años". ¿Cómo seguirá la causa una
vez que se devele la identidad de ambos jóvenes. "Si se resuelve, el proceso ya es familiar y de la
Justicia", respondió.
Hincha de Maradona. En Sudáfrica el Mundial está en todas partes y eso a Carlotto no le pasa
desapercibido. Ella también se muere por ir a la cancha a ver a la Selección, como una hincha más.
"Creo que vamos a ir a ver el partido con Corea y espero saludarlo a Maradona", dijo a
Perfil.com, contagiada por el espíritu de la Copa del Mundo.
La titular de Abuelas conoció a Maradona en Cuba, cuando el Diez atravesaba una de sus épocas
más difíciles, después de haberse salvado de la muerte tras una sobredosis de cocaína. "Fui
invitada el 1 de mayo por Fidel Castro a Cuba por los festejos del día del trabajador y pase por la
casa de él y no pude aguantar el cholulismo. Fui hasta la reja y le dije: 'Maradona, Maradona una
abuela de Plaza de Mayo te saluda'", relató. Fue entonces cuando Diego se acercó a darle un abrazo.
"Le dije cuidate que te necesitamos y a Coppola le dije 'usted cuidelo' y creo que fue un buen
consejo de recibió Coppola", completó en referencia al entonces mejor amigo y representante de
Maradona.
(*) de la redacción de Perfil.com
Pablo Schoklender vive en un departamento en la torre Quartier Sinclair, uno de los edificios más exclusivos del barrio de Palermo.
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