Navío Arrogante

Construido en el astillero de Guarnizo con el sistema inglés de Jorge Juan, con los planos de David Howell, siendo su constructor o asentista don Juan Fernández de Isla (ver navío Serio). Botado en marzo de 1754. Recibe la advocación de "San Antonio de Padua" (Nemesio Mercapide Compains, "Crónica de Guarnizo y su real astillero", página 125), (Juan M. Castanedo Galán, "Guarnizo, un astillero de la corona, página 107).

         En 1754 es puesto al mando del capitán don José de las Casas. A primeros de abril de 1759 se encuentra en El Ferrol, al mando del capitán de navío don Pedro Bermúdez (A. G. S., Estado, legajo 6090).

         En 1760 se encontraba en El Ferrol, siendo puesto al mando del capitán de fragata don Felipe González Haedo en noviembre de ese año para patrullar la ría.

         En 1761 se encuentra en la división del jefe de escuadra don Francisco Lastarría, ascendido a ese grado ese mismo año, realizando cruceros por el Canal de la Mancha y el mar Cantábrico junto a los navíos Monarca, Oriente y Príncipe.

         A primeros de diciembre de 1761 zarpa de El Ferrol rumbo a Santo Domingo en conserva del navío Monarca, fragata Palas y bergantín Cazador estando la expedición al mando de don Benito Erasun. Su comisión era de la llevar tropas, los segundos batallones de los regimientos de Granada y Murcia, harinas y pertrechos.

         En enero de 1762 llega alpuerto de Santiago de Cuba con el navío Galicia. Al comenzar el ataque británico a La Habana en junio de 1762 se encontraba en Santiago de Cuba con los navíos Monarca y Galicia y la fragata Palas (ver navío Galicia), (R. H. N., abril 2006, nº 94, Gustavo Placer Cervera, "Los marinos españoles en la defensa de La Habana en 1762", página 54). Al mando del capitán de navío don Alejo Gutiérrez Rubalcaba zarpa de este puerto el 14 de julio con 350 hombres de los regimientos de Aragón, Habana, dragones de Edimburgo y tres compañías de batallones de Marina, 2.600 fusiles, municiones, pólvora y otros pertrechos, desembarcándolos en Jagua, bahía de Cienfuegos, el 22 de julio (Celia María Parcero, páginas 138-139), al no poder acercarse a La Habana por el bloqueo británico. Estos refuerzos fueron inútiles, pues ya se había rendido la plaza cuando llegaron por tierra (R. G. M., abril 1963, Carlos Martínez-Valverde, "Operaciones de ataque y defensa de La Habana en 1762", páginas 487-503), (Revista Arbor, marzo 1993, nº 567, César García del Pino, "Cuba y las guerras navales del siglo XVIII"), (Fortaleza "Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua"), (Antonio Ferrer del Río, "Historia del reinado de Carlos III en España", Tomo I, Madrid, 1856, página 370).

         En 1764 viaja de El Ferrol a Cádiz con otros dos navíos. En marzo de 1765 sale de Cádiz, al mando del capitán de navío don Juan Ignacio Ponce, para llevar de Génova a España a la futura reina María Luisa (ver navío Rayo) pasando antes por Cartagena. Llegan a Génova el 17 de julio y regresan a Cartagena el 11 de agosto. Hasta el mes de noviembre de 1765 realiza otros cruceros por el Mediterráneo (Amancio Landín Carrasco, "Mourelle de la Rua, explorador del Pacífico", Cultura Hispánica, 1971, página 10) En 1774 se encontraba en la isla Margarita.

         En junio de 1779, comenzada la guerra contra Gran Bretaña, zarpa de El Ferrol con la escuadra de 8 navíos y 2 fragatas al mando del teniente general don Antonio de Arce para unirse en la costa gallega el 2 de julio con la francesa al mando de Orvilliers. Con la ecuadra combinada francesa y la española al mando de don Luis de Córdoba realiza una campaña en el Canal de La Mancha hasta su entrada en Brest a primeros de septiembre.

        Mientras la escuadra de Córdoba parte rumbo a Cádiz a primeros de noviembre, otra española de 20 navíos queda en Brest al mando del teniente general don Miguel Gastón. Esta escuadra zarpa del puerto francés el 13 de enero de 1780 y llega a Cádiz dispersada por los temporales. El navío Arrogante llegó el 3 de febrero con el grueso de la escuadra de Gastón (ver navío Rayo).

         El 28 de abril de 1780 zarpa de Cádiz con la escuadra y convoy al mando del jefe de escuadra don José Solano Bote. Estaba al mando del capitán de navío don Felipe López de Carrizosa. Entran en La Habana los días 4 y 5 de agosto de ese año, después de una penosa travesía (ver navío San Luis).

         Entre el 21 y el 26 de mayo de 1781 zarpa de La Habana siendo el buque insignia de la escuadra de Solano en busca de una escuadra y convoy que había salido de Jamaica. La escuadra regresa a La Habana sin haber encontrado a los buques enemigos (ver navío Guerrero).

         En mayo de 1781, con la escuadra al mando de Solano, participa en la toma de la plaza de Pensacola a los británicos. Habían zarpado el 9 de abril de La Habana 11 navíos y 4 fragatas españolas, a los que se unieron 4 navíos y 4 fragatas al mando del francés Monteil.

         En agosto de 1781 zarpa de La Habana como buque insignia de la escuadra que escolta un convoy a Cádiz, cargado con dos millones setecientos mil pesos (ver navío Guerrero).

         En Cádiz se incorpora a la escuadra de don Luis de Córdoba. El 21 de octubre de 1782 participa en la batalla de cabo Espartel contra la británica al mando de Howe, donde sufre un muerto y siete heridos. En enero de 1783 zarpa de Cádiz rumbo a El Ferrol al mando del capitán de navío don Juan Clavijero para agregarse a la escuadra del teniente general don Antonio Osorno, siendo desarmado en agosto de 1783 al concluir la guerra.

         Armado en El Ferrol se incorpora en Cádiz a la escuadra del marqués de Socorro, al mando del capitán de navío don José Pereda, por el incidente de Nootka (ver navío Salvador del Mundo) zarpando en julio de 1790 hacia las costas gallegas, regresando a Cádiz el 8 de septiembre al terminar la crisis.

         En 1793, al mando del capitán de navío don José Serrano Valdenebro desde el 11 de septiembre de ese año, zarpa de El Ferrol a mediados de septiembre con el navío Serio, escoltando un convoy de seis naves rumbo a Cádiz. En un fuerte temporal en el mes de noviembre sufre el desarbolo de todos los masteleros y la rotura del timón, llegando finalmente a Cádiz en 14 de diciembre.

         Con la escuadra de Juan de Lángara parte hacia las costas francesas e italianas. En 1795, al mando del capitán Serrano, y en la escuadra de don Federico Gravina, recibe órdenes de mantenerse en la bahía de Rosas, soportando un largo sitio y un fuerte temporal el 15 de enero, perdiendo la arboladura y cinco anclas. Con la situación al límite, el capitán Valdenebro consigue llevar a su navío Arrogante a Mallorca, y de allí a Cartagena, habiendo perdido la mano izquierda entumecida por el frío (Juan Antonio Gómez Vizcaíno, "Marinos en el gobierno político y militar de la plaza de Cartagena (1809-1822)", R. H. N., año 2006, nº 92, página 54).

         En mayo de 1794 se encuentra en la base de Cartagena al mando del capitán de navío don Jerónimo Bravo (Amancio Landín, "Mourelle de la Rua", página 126).

        En octubre de 1795 se le da el mando al capitán de navío don Rafael Bennazar y se encuentra en la escuadra del Mediterráneo, al mando del teniente general don José de Mazarredo.

         El 4 de agosto de 1796, cuando se preveía entrar de nuevo en guerra con Gran Bretaña, zarpa de Cádiz con la escuadra al mando del teniente general don José Solano, Marqués de Socorro. El 7 de agosto se separa de esta escuadra la división al mando del jefe de escuadra don Sebastián Ruiz de Apodaca, compuesta por cuatro navíos, una fragata y dos bergantines. Llevaban tropas, artillería y pertrechos a la isla de Trinidad y otras plazas del Caribe.

         La escuadra de Apodaca llegó a su destino, la isla de Trinidad, el 14 de septiembre, donde desembarcó a 740 reclutas que iba a bordo del los navíos Arrogante y Gallardo (A. G. I., Estado, 66, N.52 , carta de don José María Chacón, gobernador de Trinidad, anunciando llegada de la escuadra, Trinidad, 25-9-1797).

         El 16 de febrero de 1797 la división de Apodaca se encontraba fondeada en Chaguaramas cuando son embotellados por una escuadra británica de 9 navíos, 3 fragatas y numerosos buques menores y de transporte al mando del contralmirante Harvey. En un consejo celebrado esa noche deciden incendiar los buques para no ser capturados. El capitán de navío don Rafael Benazar, comandante del Arrogante, fue sometido a Consejo de Guerra y suspendido por cuatro años ("La ocupación británica de la isla de Trinidad de barlovento", José Fernández Gaytán. R. G. M., junio 1997), ("Armada española", Cesáreo Fernández Duro, Tomo VIII, página 148), (ver navío San Vicente).

• Por Santiago Gómez.