Ismael Villarroel: dotorcito y boticario
Botica Villarroel.
En el diario El Trabajo de Punta Arenas, cercano a la federación de los obreros magallánicos ( edición del día 23.11.1913), se anunciaba con evidente pesar la partida del practicante Villarroel a radicarse a Ultima Esperanza. El articulista justificaba la partida debido a la necesidad de un médico en las nacientes poblaciones se hace sentir cada vez más y como los vecinos de allá no han podido conseguir se establezca un médico titulado, recurren a los acertados conocimientos del señor Villarroel.
Este meritorio personaje, se titularía como Practicante el año 1898. Dos años más tarde estaba a cargo del Servicio Sanitario de Investigaciones de Valparaíso. Luego sería funcionario de la Armada en Valparaíso y Punta Arenas. En 1906 al terminar su contrato como funcionario de sanidad de la Armada,embrujado por la Patagonia, acepta gustoso ir a trabajar en labores médicas de apoyo a la construcción del ferrocarril de Puerto Deseado (Argentina) donde era el dotorcito chileno.
Enemigo declarado de la Explotadora Tierra del Fuego, lanza una acusación contra Moritz Braun, personero de dicha empresa de la tierra. En el periódico El Heraldo de Natales el día 10 de junio 1917 publica una polémica carta abierta, que animará la siestanatalina. Acusa a Braun de contratar testaferros para eliminarlo físicamente, con procedimientos tan poco éticos como lanzar veneno al pozo de agua de su residencia. Digo mi hogar y mis enfermos, pues el agua del pozo de mi casa es la que sirve para atender a centenares de pacientes que buscan los modestos pero honrados servicios del que firma. En los sucesos de Bories del 23 de enero de 1919, además de las bajas de carabineros y operarios del Frigorífico, son incendiados los almacenes de Braun y Blanchard y Moritz Braun acusa de este ensañamiento hacia su firma a la prédica en su contra de Ismael Villarroel y su camarilla
El día de los graves sucesos del 23 de enero, Villarroel estaba en Castillo con el doctor Daniel Acuña, profesional de Punta Arenas, en una ronda médica. Al regreso fue llamado por el sub-delegado mayor Luis Bravo para que tomara la dirección de la federación obrera de Natales, debido a que sus tres máximos dirigentes( Riveros, Espinoza y Terán) habían caído muertos . Villarroel fue factor importante para tranquilizar los ánimos entre los trabajadores, que pretendían ir a dinamitar los edificios de Bories.
El 30 de septiembre de 1923, día domingo, la comunidad magallánica va conociendo los detalles de la muerte del comerciante natalino Fernando Frank, quien en la noche anterior se había desangrado en la mesa de operaciones del Hospital de la Caridad debido a un certero balazo a la altura del corazón. El autor del disparo mortal, había sido Ismael Villarroel. Todo había transcurrido, el sábado a medianoche en las puertas del Centro Austral -Errazuriz esquina 21 de Mayo- de Punta Arenas, cuando Franke de oficio carnicero, sacóuna daga y se abalanzó sobre Villarroel.
Los testigos llegados de Natales coinciden en señalar que las odiosidades entre ambos, venían desde hace mucho tiempo. Los documentos judiciales que hemos tenido a la vista, no hablan de las razones de la inquina mutua. Todos coinciden que Villarroel rehuía a Franke . El veredicto final fue defensa propia. Junto con la sentencia, Ismael Villarroel el dotorcito de la Patagonia, desaparece de la vida social natalina junto con su libro La vergüenza de una raza, publicación anunciada profusamente en los periódicos afines a las federaciones obreras. Es posible que haya partido silenciosamente hacia otros territorios, donde ya no lo comprometieran los protagonismos de las turbulencias sociales de los inicios de nuestra conformación como lugar poblado en esta extensa Patagonia.