Tratamiento de aguas de lastre en boga para las nuevas construcciones

(FNM) De modo creciente, los armadores están incluyendo a los sistemas de tratamiento de aguas de lastre, en la lista de nuevas tecnologías a instalar en sus nuevas construcciones.

A medida que los propietarios toman conciencia de la cercanía de la fecha tope establecida por la Organización Marítima Internacional (OMI), se incrementa sensiblemente la cantidad de órdenes de compra  pactadas con los fabricantes líderes de tales sistemas.

La sueca Alfa Laval y la noruega Oceansaver, han anunciado la recepción de un importante número de órdenes de compra de armadores que quieren tener instalados sus sistemas antes del plazo del primer vencimiento establecido por la nueva regulación.

AP Moller-Maersk ordenó la provisión de 14 sistemas que serán instalados en buques a construir en Corea del Sur. Fueron encargados a Alfa Laval a un costo total de USD 10.3 millones, y deben ser entregados entre 2011 y 2012. La fábrica sueca dijo que con esta orden, el total de sistemas vendidos asciende a un centenar. Oceansaver recibió recientemente órdenes para la provisión de 11 sistemas, a instalar en buques tanque de transporte de crudo que serán construidos en Asia. Según informó la empresa, su cartera de encargos asciende ya a USD 80 millones.

Según las estimaciones, el mercado global para sistemas de aguas de lastre será del orden de USD 35.000 millones.

La naviera italiana Messina, informó a Lloyd´s List que instalaría cuatro sistemas de fabricación coreana recientemente aprobados, en buques que tiene para construcción en Astilleros Daewoo.

Sin embargo, estas órdenes no son más que gotas en el océano, considerando que todos los buques mercantes con tanques de lastre necesitarán tener instalado un sistema de tratamiento dentro de los próximos ocho años.

Ha habido una demora por parte de los estados miembros de la OMI en la firma de la convención y su consecuente fecha de entrada en vigor. Muchos han invocado la falta de sistemas disponibles, como la causa que les impide ratificarla. Esto también llevó a extender por tres años la  fecha originalmente prevista como plazo para las nuevas construcciones, a fin de permitir que un mayor número de fabricantes pudiera someter sus tecnologías a las fases de pruebas fijadas por la OMI y obtener aprobación.

Existiendo ya una cantidad de dos dígitos de sistemas plenamente aprobados, -con o sin agente químico como sustancia activa-, importantes organizaciones como la Cámara Naviera Internacional han expresado que no hay razones para nuevas demoras, y han recomendado mantener el  plazo actualmente previsto, una vez que la convención entre en vigencia.

Ello ocurrirá cuando sea ratificada por 30 estados, que representen el 35% de la flota mundial. La cifra actual incluye 25 ratificaciones y el 24% de la flota, pero con una cantidad de países que han expresado su intención de ratificar en el transcurso de este año.

Asumiendo que la convención entre en vigencia el año próximo, que es lo que muchos expertos ahora creen que sucederá, todos los buques construidos desde 2009 en adelante deberán tener la tecnología instalada a bordo desde el día de su botadura.

Los plazos posteriores implican que para el 2016, o para la inspección anual posterior a esa fecha, todos los demás buques contemplados por OMI deberán contar con un sistema aprobado. Esto implicaría unos 50.000 barcos, tanto nuevos como ya existentes, que necesitarían tener instalada la tecnología de tratamiento de aguas de lastre en los próximos seis a ocho años.
Por Craig Eason

Adaptado al español por NUESTROMAR. Fuente: Lloyds List; 16/06/10

18/06/10
NUESTROMAR