La pesca en la visión de CAPECA

Resumen del año 2007-  Por Daniel Molina Carranza, Director Ejecutivo de la Cámara de Pesqueros y Congeladores Argentinos y Presidente de la Fundación NUESTROMAR.

En el mes de junio del presente año asumí la Dirección Ejecutiva de CAPECA, Cámara con la cual siempre guarde un especial afecto por haber sido quien nos agrupo a todas las empresas pesqueras y nos permitió capear las peores tormentas en los años más difíciles.

También me sentí parte de la misma, porque en mi puesto me precedieron algunos queridos amigos que han sido verdaderos valores en la pesca, como Jorge Tapper y Ciro Scotti, a quienes nombro porque ya no están mas con nosotros. No quiero ser injusto olvidándome de alguno de los que afortunadamente aun nos acompañan, como el Almirante Mazzoni  con quien recorrí mis primeros pasos en la pesca.

A treinta y dos años de la fundación de la Cámara  podemos decir que por ser parte de indivisible de nuestra pesquería sufrimos las mismas vicisitudes que el sector, con tiempos positivos y muchos que no lo fueron.

En esos tiempos iniciales la Cámara llego a reunir 58 empresas y a todos los buques congeladores del país. Al producirse la segmentación del caladero y perder el área de trabajo Malvinas en el 82, los intereses particulares hicieron que la Cámara originaria se fuera desmembrando para formarse Cámaras sectoriales como las que agrupan a los barcos que pescan calamar, a los que pescan langostino, o a los que pescan exclusivamente en la Patagónica, etc.

Actualmente somos doce grupos empresarios radicados mayoritariamente en la Patagonia y agrupamos a más de 100 barcos, 16 plantas en tierra y casi 7000 trabajadores nos acompañan. En el 2006 exportamos por más de 400 millones de dólares con un volumen de 140000 toneladas, pero el 2007 no será igual de exitoso.

Estamos pasando por una difícil situación, producto de una caída de precios internacionales del calamar y el langostino, teniendo en cuenta que ambos productos son pilares sobre los cuales se apoya la economía de muchas empresas de las que nucleamos. Acompaña a esta situación un desmedido incremento de nuestros costos de operación constituidos por permanentes incrementos de los suministros necesarios para poder operar, un incremento de los costos de operación portuarios, especialmente en la Patagonia, sueldos de tripulantes que han tenido incrementos importantísimo en dólares desde la crisis de diciembre del 2001 y falta de crédito que no nos da la posibilidad de financiarnos.

El Estado sea Provincial o Nacional no ha sido conciente de nuestra situación y debimos enfrentar incrementos en los permisos de pesca Provinciales, y no hemos logrado que se anulen los derechos de exportación, carecemos de reintegros que incentiven la producción y aun no ha sido tratada exitosamente la prorroga de la ley de reembolsos patagónicos por parte del poder legislativo.

Desde el punto de vista biológico  los recursos calamar y langostino parecieran  estar sanos pero es necesario un permanente control de los stocks y manejo de los mismos. En cambio es preocupante la situación de la merluza y son pocas las alternativas que nos quedan para operar la flota provocando que la pesca se vaya convirtiendo poco a poco en una actividad zafrera.

Con respecto al calamar la actividad de la flota que opera en la milla 201, que actualmente duplica en captura a nuestra flota se ha convertido en una injusta competencia, operando con costos bajísimos y gozando de libre importación a sus exportaciones pesqueras en los países asiáticos.

No quiero dejar de recordar los bárbaros incidentes de julio en Puerto Deseado cuando un grupo de cien marineros, que pretendía esgrimir una representación gremial de la cual carece, secuestró todas las fábricas, los buques en puerto e incendió y destrozo establecimientos de ocho empresas pesqueras en Puerto Deseado y, de ese modo, mantuvo paralizada la actividad en una ciudad cuya principal industria es la pesca. Todo se originó en un reclamo salarial que rayaba en el absurdo. Mi pregunta a la fecha, cuantos detenidos hay y cual es el estado de la investigación de la justicia provincial?

Los no menos desgraciados hechos de violencia ocurridos en Mar del Plata no nos deben dejar olvidar lo ocurrido en julio en Puerto Deseado.

Finalmente y como hecho positivo los gremios que representan al personal embarcado entendieron la grave situación por la cual estamos pasando y en conjunto con las Cámaras empresariales CAPA y CALAPA estamos negociando un nuevo convenio de trabajo que involucre a todo el personal y salvaguardando el derecho de los mismos en forma responsable nos permita llegar a un acuerdo en el cual la retribución por el trabajo a bordo constituya un porcentaje de la producción dentro de los valores históricos que permitieron crecer a la pesca.

Aprovechando la invitación de la revista Puertos a exponer sobre nuestra realidad en el año 2007, quiero enunciar una serie de medidas que considero urgente que asuma el Estado y que a continuación detallo:

1) No computar a los efectos del artículo 28 de la Ley Nº 24.922 , los períodos en que los buques no operen por razones comerciales. Al respecto debe reverse este concepto de inactividad.

2) Apoyar la sanción de una nueva ley que restituya los “reembolsos por puertos patagónicos”;

3) Solicitar la eliminación de los derechos de exportación a los productos pesqueros y restablecer un régimen de “reintegros” que facilite su inserción en los mercados internacionales;

4) Gestionar ante las autoridades provinciales competentes una rebaja de los costos de los servicios portuarios;

5) Apoyar la gestión de créditos “para capital de trabajo” ante el sistema financiero.

6) Agilizar la devolución del IVA a los exportadores de productos pesqueros.

7) Inclusión de todos los productos pesqueros en el listado de productos que se negocian en los acuerdos de “libre comercio” con la Unión Europea y en el régimen de preferencias arancelarias vigente actualmente con los Estados Unidos de América.

8) Negociar la eliminación de gravámenes y cuotas con los principales países importadores de nuestros productos.

9) Adoptar las medidas para garantizar la realización en tiempo y forma, de las campañas de evaluación necesarias para una correcta evaluación del estado de los recursos.

10) No permitir la descarga en puertos argentinos de las capturas efectuadas por barcos de terceras banderas en las aguas adyacentes a nuestra zona económica exclusiva  ni facilitar esos movimientos.

11) Encarar en forma real y concreta el problema de la milla 201, negociando dentro del marco de los intereses de nuestro país y al defensa de su soberanía, el control de las capturas en esa área en nuestro carácter de país costero adyacente.
Dentro de ese marco diplomático gestionar la suscripción de convenios de cooperación científica que permitan el control de las capturas en la zona de Alta Mar mediante el intercambio de datos entre los organismos competentes de cada país con intereses pesqueros en la zona.

12) Adjudicar las Cuotas Individuales de Captura tal como prevé la Ley Federal de Pesca, generando un horizonte confiable para la realización de nuevas inversiones.

Creo que si estas medidas se cumplieran el informe del año 2008 seria mucho mejor y cargado de esperanzas. Por Daniel Molina Carranza.

Publicado en la revista “Puerto, la otra cara de la pesca” Nº 46, diciembre 2007

19/12/07
NUESTROMAR

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