La importancia de un ecosistema único

Foto Son fuentes de agua, control de inundaciones y sequías, y reservorios de diversidad biológica y cultural. Los humedales cumplen funciones irreemplazables. Pero su conservación está en peligro.

PROTEGER/EL LITORAL
El 2 de febrero fue el Día Mundial de los Humedales (DMH): en esa fecha se creó la Convención de Ramsar, en 1971.

Desde 1997, todos los años, organizaciones no gubernamentales, grupos de ciudadanos y organismos oficiales aprovechan la oportunidad para destacar la importancia de este recurso.

El lema propuesto por la Convención Ramsar para este año es: “Aguas arriba, aguas abajo, los humedales nos conectan a todos”. Recoge la idea de que todos estamos interconectados dentro de la cuenca hidrográfica donde vivimos, de cómo repercuten en nosotros las actividades de quienes están aguas arriba y de cómo nuestras actividades inciden en quienes viven aguas abajo.

Las cuencas hidrográficas —que también se conocen como cuencas de drenaje, de captación o cuencas hídricas— son el territorio que recoge el agua de lluvia o de deshielo y la conducen a un mismo río o lago: por ejemplo, cuenca del Río de la Plata o cuenca del Plata, cuenca del Amazonas, cuenca del Mekong, etcétera.

LAS AMENAZAS
La expansión de la frontera agrícola y los desmontes en el norte de la Argentina están cambiando la manera en que escurre el agua y lo que ocurre con los sedimentos en los ríos Pilcomayo y Bermejo, afluentes del Paraná.

Las represas de Itaipú y de Yacyretá juntas han destruido el 44 % del área de reproducción —en gran parte, humedales— de los surubíes, los peces más grandes del Paraná. Como los surubíes migran grandes distancias, el impacto se hace sentir varios cientos de kilómetros aguas abajo, con una gran merma de estos peces.

Las represas que se construyen en la alta cuenca del río Uruguay o en la cuenca del río Iguazú cambian los caudales y los pulsos hídricos de estos ríos, lo cual afecta la vida de los humedales y de la gente que están muchos kilómetros aguas abajo.

Según algunos expertos, las más importantes amenazas a las cuencas hídricas y los humedales, por el impacto que causan, son las seis siguientes: las represas y la infraestructura, la extracción excesiva de agua, el cambio climático, las especies invasoras, la pesca excesiva y la contaminación.

La buena gestión de un humedal puede verse contrarrestada rápidamente por decisiones erróneas acerca de cómo manejar el agua en la cuenca.

Si bien los encargados de los humedales deben cooperar en todos los planos con los responsables del agua, el manejo de la cuenca probablemente sea el que más problemas plantea, asegura la Convención Ramsar.

CONCIENCIA

Hay otra dimensión a tener en cuenta: la de aumentar la sensibilización de todas las personas respecto de sus cuencas hidrográficas, no sólo la de los planificadores, sino también de los usuarios: todos somos usuarios del agua de las cuencas.

Cualquiera sea la tarea —campesinos, pescadores, dueños de fábricas o familias ribereñas— que llevemos a cabo, nuestras actividades requieren agua y producen un impacto en la cuenca en que vivimos.

El objetivo del Día Mundial de los Humedales de 2009 es difundir un mejor conocimiento de cómo funciona una cuenca hídrica, las repercusiones que ocasionan los usuarios —y quienes la usan indebidamente— y los desafíos que entraña su buen manejo.

05/02/09
EL LITORAL

Enviar un comentario nuevo

El contenido de este campo se mantiene como privado y no se muestra públicamente.