Ecologista neozelandés aborda ballenero japonés en la Antártida

Su objetivo es hacer un “arresto ciudadano” del pesquero nipón por haber colisionado con su embarcación el mes pasado, dejando a uno de la tripulación con graves heridas.

Un miembro del grupo conservacionista “Sea Shepherd” abordó hoy un barco de la flota de balleneros japoneses que el mes pasado chocó con el “Ady Gil”, una pequeña embarcación de los ecologistas.

Durante la noche, el neozelandés Pete Bethune se trasladó en un "jet ski” y subió al “Shonan Maru 2”, indicó el líder de la organización ecologista, Paul Watson.

Bethune se propone realizar un “arresto ciudadano” del pesquero nipón por haber colisionado voluntariamente contra el “Ady Gil” -del que era capitán el activista- intentado asesinar a los seis miembros de su tripulación.

En esa colisión, el “Ady Gil” quedó destrozado y su tripulación fue rescatada por otro barco, mientras que uno de los ecologistas sufrió graves heridas, según la prensa.

Bethune tiene previsto presentar al capitán del “Shonan Maru 2" una factura de unos tres millones de dólares, el valor de los daños del accidente.

Desde hace dos años, los ecologistas persiguen a los pesqueros nipones para sa-botear sus actividades en la Antártida, donde están autorizados a cazar una cuota anual de ballenas para estudiarlas con "fines científicos”, según el Gobierno japonés.

La campaña contra los balleneros japoneses fue iniciada en 1998 por el grupo ecologista “Greenpeace”, dos de cuyos activistas serán juzgados hoy por la justicia nipona.

"Greenpeace” demandó en 2008 a doce tripulantes del ballenero "Nisshin Maru” por contrabando de carne de ballena, pero Japón detuvo a los activistas que se hicieron con las pruebas para el caso.

Juinichi Sato, coordinador de “Greenpeace Japón”, y el activista Toru Suzuki se apoderaron de una caja con 23,5 kilos de carne de ballena salada de primera calidad, valorada en más de 3.000 dólares.

Los activistas, que podrían ser condenados a diez años de cárcel por haber robado esa carne de ballena, conocerán hoy la sentencia.

La Comisión Ballenera Internacional condena la actividad de los pesqueros japoneses, pero Tokio lo ignora y además exige que se levante la moratoria vigente para permitir capturas de cetáceos a pequeña escala.

14/02/10
EMOL

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