Doscientos años de ciencia

Ya en pleno año de festejos del Bicentenario debería dedicarse un capítulo destacado a estos dos siglos de ciencia que constituyen uno de nuestros mayores orgullos.

Como afirma Miguel de Asúa en un editorial de Ciencia Hoy, los primeros esbozos de " la historia científica más sobresaliente en la Iberoamérica del siglo XX" surgieron en la Universidad de Córdoba y en las escuelas de Náutica, creada por Manuel Belgrano en 1799, y de Medicina del Protomedicato, fundada por Edmundo O´Gorman en 1801.

Luego, la tradición de naturalistas europeos como Thaddaeus Haenke y Aimé Bonpland, se sumó a "la avidez de la población porteña ilustrada por los libros y las noticias científicas de la prensa virreinal". Más tarde, Sarmiento (autor, entre otras iniciativas, de la que autorizaba la contratación de veinte profesores de ciencias para la Universidad de Córdoba), Germán Burmeister, zoólogo, geólogo y paleontólogo, y el astrónomo Benjamín Gould, que catalogó los cielos del Sur desde el Observatorio de la misma provincia, fueron sólo algunos de los "mojones" en el camino que se iniciaba.

Según cuenta un artículo del último número de Todo es Historia firmado por Florencio Aceñolaza, incluso en el Estado Mayor de Roca, durante la campaña al desierto, hubo un grupo de científicos (Pablo Lorentz, Gustavo Niederlein y Federico Schultz)... ¿Qué nos espera en los próximos 200 años? Como dice Asúa, "Podremos mantenernos a esta altura o deslizarnos en el tobogán de la decadencia, pero lo que nos depare el porvenir no quitará nada a lo que hemos logrado."
Por Nora Bär

03/02/10
LA NACION

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