El calentamiento global podría producir ‘zonas muertas’ en el océano

El calentamiento global podría crear “zonas muertas” en el océano en las que existe el peligro de que desaparezcan los peces y los mariscos durante unos dos mil años, concluye un estudio publicado el domingo.

Los autores de la investigación insisten en que es necesario disminuir drásticamente las emisiones de carbono para frenar una tendencia que puede devastar el ecosistema marino y privar a las futuras generaciones de la oportunidad de pescar en el mar.

En el estudio, publicado en la edición online de Nature Geoscience, científicos de Dinamarca desarrollaron un modelo informático para simular los cambios climáticos en los próximos 100.000 años.

En su modelo plantean dos escenarios conocidos que utilizan los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera -el principal gas invernadero- como un indicador del aumento de la temperatura.
En el peor de los casos, las concentraciones de CO2 aumentarían a 1.168 partes por millón (ppm) para 2100, el triple de los niveles registrados en la actualidad.

En el marco de un modelo más optimista, el CO2 podría llegar a 549 ppm para 2100, o a un 50% de lo registrado en la actualidad.

El aumento de la temperatura en ambos casos dependería de varios factores: del momento en que se alcance el pico de las emisiones de carbono y cuán rápido caigan, y de si el calentamiento provoca disparadores naturales, o picos, que aumenten o prolonguen a su vez el calentamiento.

Teniendo en cuenta dichos factores, los científicos pronostican un posible aumento de entre 5 y 7 ºC (9 a 16 grados Fahrenheit) con respecto a la época anterior a la era industrial, en el peor de los casos. En otras condiciones, habría un calentamiento global de casi 2 a 4 ºC (1,7 a 7,2 grados Fahrenheit).

Cualquiera de las situaciones es una mala noticia para el océano, según Jens Olaf Pepke Pedersen, física de la Universidad Técnica de Dinamarca.
En el peor de los casos, los mares más cálidos y la lentitud de la circulación oceánica provocarán niveles de oxígeno más bajos, creando “zonas muertas” que no podrán albergar peces, mariscos ni otras formas superiores de vida marina, y que no se podrán recuperar durante 1.500 a 2.000 años.

“Eso comenzará lentamente a finales de este siglo, no es algo que sucederá mañana o en el futuro cercano, pero lo experimentarán las próximas generaciones”, dijo Pedersen a AFP.
“No obstante, debido a la inercia en el océano, una vez que el proceso comienza, no será posible revertirlo de manera sencilla y continuará por cientos de años.

"Aun en el caso de que las emisiones de carbono se frenen dentro de años, el océano necesitará cientos de años más para enfriarse. Esas áreas con bajo nivel de oxígeno continuarán expandiéndose y alcanzarán su pico dentro de 2.000 años. A partir de allí, el océano se recuperará lentamente, a medida que se enfríe."

Inclusive en el mejor de los casos, habrá una gran expansión, a largo plazo, de las zonas privadas de oxígeno.

Ya existen en la actualidad “zonas muertas” marinas en áreas poco profundas cercanas a la costa, en donde el vertido de fertilizantes agrícolas provoca la proliferación de algas que agotan el oxígeno.

Sin embargo, la gran privación de oxígeno en el océano supone una amenaza mayor, puesto que afecta el corazón de la biodiversidad, advierte el trabajo.
Hace alrededor de 250 millones de años, un cambio químico en los mares provocó la devastación masiva de especies marinas.

El científico principal Gary Shaffer, del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, dice que no queda claro, ante el panorama sombrío que anticipa este estudio, si las generaciones futuras podrán ver los océanos como una importante reserva de alimentos.
“Es necesario reducir las emisiones de combustibles fósiles durante las próximas generaciones para limitar la privación de oxígeno y la acidificación de los océanos y sus efectos negativos a largo plazo”, afirmó.

Desde 1900, la temperatura media global aumentó en 0,8 ºC (1,44 grados Fahrenheit), anunció el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU en 2007. Pronosticó un calentamiento de 1,8 a 4,0 ºC (3,2 a 7,2 grados Fahrenheit) para 2100, con respecto a los niveles de 1980-1999, pero dijo que no resultaban claros los efectos de "realimentación positiva" que podrían amplificar el calentamiento.

27/01/09
FIS

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