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Teniente
Coronel Juan José San Martín |
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Descendiente
de españoles, entre sus antecedentes figura su abuelo Pablo San
Martín, activo realista que sostuvo con fervor la causa del Rey
durante el período denominado "La Guerra a Muerte",
La familia de su madre provenía del Corsario Penrose.
A muy temprana edad, perdió a su madre y hasta los catorce años
permaneció en el hogar junto a sus hermanos, endureciéndose en
la tarea de labranza.
Soldado raso, inició ese 1º de octubre su carrera militar en la
Unidad que iría a constituirse desde ese primer día, en el objeto
de sus amores, y poco a poco, con sacrificio y esfuerzo comenzó la carrera
hacia la altura. Lector infatigable de cuanto libro o papel llegaba a sus manos,
antes de un año alcanzó dos ascensos y el 12 de abril de 1855
ya era Cabo 1º, para luego, al cumplir los tres, ostentar los galones
de Sargento Primero y el 6 de agosto de 1858 sus superiores colocaban en su
hombro izquierdo la charretera que constituía el distintivo de Subteniente;
iba a cumplir veinte años e ingresaba Juan José San Martín
al escalafón del Ejército de Chile. Su trabajo lo había
destacado y su constancia había hecho de él, rudo labriego, un
hombre de cierta ilustración, alcanzada por la lectura y el estudio.
Un año más tarde, fue ascendido a Teniente y su nombre figuraba
entre los oficiales del "4º de Línea" que, a las órdenes
del Coronel Mauricio Barboza, guarnecían la baja frontera. Aquí comenzó su
larga vida en la región de Arauco y en medio de las selvas seculares
recibió en 1867 su ascenso a Capitán.
La guerra que estalló en 1868, con el robo de las caballadas del fuerte
de Chiguaihue y el General Pinto, Comandante General de las Fuerzas Chilenas,
dispuso la salida de dos Destacamentos de 160 hombres cada uno, bajo el mando
del Teniente Coronel Pedro Lagos, y del Sargento Mayor Deméfilo Fuenzalida.
La noche del 24 de diciembre de 1868, Lagos avanzaba desde Chiguaihue al río
Traiguén persiguiendo a los araucanos y desvió su marcha hacia
el lugar llamado Las Quechereguas, pero estos se escabullían sin poder
alcanzarlos. En esas circunstancias, se desvió hacia el río Traiguén
una columna de 20 Infantes del "4º de Línea", al mando
del Capitán Juan José San Martín; 20 Granaderos a caballo
al mando del Alférez Valericio Argomedo, más tres cívicos
y dos indios guías, mientras él continuaba su marcha a Las Quechereguas.
San Martín llegó al río Traiguén al amanecer y
comenzó a vadearlo con el agua a la cintura, cuando de improviso fue
atacado por una masa indígena que no tardó en producirle 23 bajas,
no pudiendo impedir que el enemigo los rodeara y comenzara a hacer sentir el
peso de su enorme superioridad numérica.
Hasta 1873 estuvo en la frontera, año en que el "4º de Línea" se
trasladó a Santiago para relevar al 7º de Línea en el Cuartel
de la Recoleta. La muerte lo había respetado hasta entonces y aún
salvó con vida de un tiro de fusil que un soldado, castigado por indisciplina,
le disparó a boca de jarro y por la espalda, mientras leía un
periódico sentado cerca de la puerta del cuartel.
Así, llegamos a la última etapa en la vida de este hombre que
dedicó gran parte de su existencia a la Institución, lejos de
una mujer y de una hija, que quedaron en Santiago, cuando el clarín
de la guerra llamó a los chilenos a defender el norte. El 14 de febrero
de 1879, fecha de la ocupación de Antofagasta en la Guerra con Bolivia,
marchó con su Regimiento a esa ciudad y el 23 de marzo participó en
el Combate de Calama. A las órdenes de otro héroe, Eleuterio
Ramírez, se hizo notar por su valor y fue herido en una oreja. En reconocimiento
a su conducta se le otorgó, el 28 del mismo mes, el grado de Sargento
Mayor.
Estuvo con su Unidad en el desembarco de Pisagua, formando parte de las fuerzas
de la III División que comandaba el Coronel Amunátegui y más
tarde en Tacna con su Regimiento, que formaba parte de la Reserva. El 10 de
febrero de 1880, había sido ascendido a Teniente Coronel y en Abril
de ese mismo año, fue nombrado Comandante del Regimiento 4º de
Línea.
En la tarde del 6 de junio de 1880, Juan José San Martín, era
elegido con sus soldados para atacar en primera fila junto al 3º de Línea,
y arrancar de manos del enemigo la formidable fortaleza de Arica. Chile esperaba
de sus hijos un sobrehumano esfuerzo y los colores de su bandera irían
al frente para indicarles el camino.
El 7 de junio, la aurora comenzaba a emerger del fondo de la noche y su luz
teñía las crestas de los Andes. Los cóndores despertaban
abriendo sus alas para iniciar el vuelo; los pumas regresaban a sus guaridas
después de la caza nocturna, mientras los corazones de los soldados
chilenos, que estaban tendidos en la pampa, latían con fuerza, atentos
a escuchar las voces de sus Comandantes de ¡Al Morro Muchachos!.
El "4º de Línea" avanzó hacia las trincheras enemigas
llevando al frente a su bravo Comandante. Sin escatimar esfuerzos atacaron
los reductos del fuerte de cerro Gordo y desde allí, en incontenible
carga se lanzaron sobre las posiciones que defendían la plazoleta del
Morro y en medio de una lluvia de balas, chocar de bayonetas y de corvos con
sus hojas cubiertas de sangre, lograron la victoria. Pero el "4º de
Línea", había experimentado una baja que nadie podía
reponer; quizás el destino o los caprichos de la vida, que nunca da
nada gratis, había cobrado su precio y una bala lo hería de muerte
en el vientre, dejándolo tendido en tierra al Comandante Juan José San
Martín, a pocos metros de la cima del Morro.
Bibliografía |
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Patronimico del
R.I.4 "Rancagua". |
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