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Teniente
Coronel Eleuterio Ramírez Molina |
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Nació en
Osorno el 18 de abril de 1837. Fue su padre es Sargento Mayor de la Guerra
de la Independencia José Ramírez y su madre, doña
Marcelina Molina. A los 18 años de edad quedó incorporado
en el Batallón de Gendarmes. Por su carácter y dedicación
a todos sus deberes, es ascendido en menos de tres años a ayudante
mayor de su cuerpo. Tenía ya el grado de Teniente.
Con motivo de la Revolución de 1859, el Batallón Gendarmes pasó a
constituir el Batallón de Infantería 5º de línea
y en sus filas recibió su bautismo de fuego. Se encontró en el
sur, en el sitio de Talca y en el norte, en la Batalla de Cerro Grande, a las
puertas de La Serena, el 29 de abril. Como recompensa a su actuación
en la campaña, fue ascendido al grado de Capitán, en agosto de
1861. En calidad de tal pasó a prestar sus servicios en el Batallón
2º de línea, que entonces comandaba el Teniente Coronel José Antonio
Villagrán. Nuevas campañas le correspondió realizar en
esta zona (tierras indígenas) en 1868 cuando ya era comandante del mismo
batallón.
Ascendió a Teniente Coronel en 1872. Su batallón cubría
el puerto de Valparaíso, repartido entre sus fuertes, cuando estalló el
conflicto del Pacífico. La unidad fue una de las primeras en partir
al teatro de guerra y toda la ciudad acudió a los muelles a despedirla
el día de su partida, en el transporte Rimac, el 20 de febrero de 1879.
Destacados en el mineral de Caracoles, abrieron la campaña con la captura
de Calama, el 23 de marzo. Fue nombrado gobernador de esa ciudad.
El Regimiento 2º de línea no participó ni en el desembarco
de Pisagua, ni en el Combate de Dolores, pero le correspondió integrar
la columna que desde este último punto partió en busca del enemigo
hacia la quebrada de Tarapacá. El Regimiento inició la acción
desde Huaraciña, a la entrada de la quebrada de Tarapacá, hasta
las calles mismas de la aldea del mismo nombre.
En el Ejército, el Comandante Ramírez fue la encarnación
más pura del heroísmo militar y así, las nuevas jornadas
que emprendió el Ejército de Operaciones las hizo inspirado en
este héroe, que supo comprender mejor que ninguno el deber que señala
que el soldado que tuviere la orden de conservar su puesto, a toda costa lo
hará.
Bibliografía |
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GALERÍA
DE HOMBRES DE ARMAS DE CHILE. TOMO II. Colección Biblioteca
Militar. Estado Mayor General del Ejército de Chile. Santiago |
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