Dos comodorenses pescan un tiburón gatopardo de 160 kilos

FotoEl tiburón de 160 kilos y de dos metros y medio de largo que pescaron los vecinos de Próspero Palazzo, es uno de los “gatopardos” más grandes de los que recuerden en los últimos tiempos los pescadores de las costas patagónicas. 

El ejemplar presenta una aleta anal y otra dorsal, además de sus 6 o 7 pares de aberturas branquiales y un manto de manchas oscuras en su dorso. Definido científicamente como -Broadnose sevengill shark-“Nothorynchus cepedianus”, llega a medir hasta 3 metros y es de amplia distribución sobre las costas de la Patagonia.

Darío Acosta (45) se limita a creer que sólo ha sido una de las piezas más Grandes de la temporada, que va desde octubre a marzo, aunque no recuerda haber visto semejante pez en manos de algún otro pescador de la zona.

El y Carlos Díaz (46) son amigos y vecinos de Próspero Palazzo y el sábado vivieron una experiencia inolvidable. La previa evaluación de la salida al día de pesca no los convencía; sin embargo, decidieron subirse al jeep Willy haciéndole caso a la mujer de Acosta, que les dijo “vayan”, tal vez con cierto presagio.

Los hombres circularon en su jeep desde Palazzo hasta Rocas Coloradas y luego, por el ripio pasaron a través de las costas la zona de La Escollera. Una hora y media de viaje les demandó cruzar con marea baja Rocas Coloradas, hasta la playa conocida por los pescadores como “El Guanaco Muerto”.

Allí, luego de una muy buena jornada de pesca, con una cosecha de 15 piezas de peces gallos, no se imaginaban lo que sobre las 18 experimentarían.

LA CACERIA

“Cuando apenas se dobla la caña, siento que se mueve y le digo a Carlos ‘me está picando la caña de tiburón’”, comentó ayer a Diario Patagónico, Darío. “Esto es grande” dijo y pegó el cañazo. La tanza se tensaba cada vez más y la bajada con anzuelos de 4 pulgadas con carnada de pez gallo se ubicaba a 50 metros de la costa.

El tiburón se asomó y ambos se sorprendieron de lo que vieron sobre el agua: “‘es un monstruo’, dijimos”.

De inmediato, recordaron algunas experiencias de viejos amigos que les decían que al tiburón había que cansarlo. Y por eso empezaron a llevarlo de un lado al otro; le soltaban la tanza y lo traían; trabajaban con el freno del riel y trataban de no exigir al máximo la tanza de 0,80.

Los músculos de las piernas y los brazos se exigieron una hora y media, en la que se turnaron para sacar la pieza. Luego de que se lo pudo arrimar a la playa, lo agarraron de la cola y sintieron “la verdadera adrenalina”. Hoy Darío expresa que “fue una emoción muy linda para un pescador”.

Con semejante ejemplar, Darío y Carlos retornaron a Comodoro Rivadavia y se pasearon sobre la madrugada del domingo con el tiburón colgado en el capó del jeep, luciendo orgullosos la pieza. Consiguieron una balanza prestada en horas de la madrugada. La aguja se clavó en 160 y le sacaron la dentadura para comprobar la especie.
 
06/03/09
PATAGONICO NET

Enviar un comentario nuevo

El contenido de este campo se mantiene como privado y no se muestra públicamente.



two girls one cupgratuit pornovideos porno gratisvideos gratis porno