Pelea entre España, Perú y una empresa por un tesoro colonial

Llevaba 17 toneladas y esta valuado en 500 millones de dólares.

Lo encontró la empresa Odyssey Marine Exploration a principios de 2007, "cerca de las costas de Gran Bretaña", y se lo consideró el tesoro más grande hallado entre los restos de un navío hundido. Luego, el gobierno español lo reclamó como propio cuando dijo "todo es nuestro". Ahora, Perú pide su parte del cargamento de 17 toneladas de oro valuado en 500 millones de dólares. "Tenemos los suficientes indicios y derecho para reclamarlo como nuestro, y que éste regrese a Perú", aclaró la procuradora pública Katty Aquize a la agencia oficial Andina.

Aquize, nombrada la semana pasada por el gobierno peruano, presentará las acciones legales correspondientes ante el Tribunal Federal Distrital de Tampa, Florida, sede de la empresa Odyssey y donde se encuentra el tesoro ahora. Reclamará la presunta propiedad peruana del botín, ya que las monedas fueron acuñadas en su territorio, cuando pertenecía al virreinato español.

España había hecho lo mismo en 2007, cuando el abogado del estado, James Goold, sostuvo que la nave estaba sujeta a "Inmunidad Soberana", y afirmó que se trataba de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, perteneciente a la Armada Española, hundida en 1804.

Odyssey, por su parte, asegura que en el lugar donde se encontraron las monedas no hay nada que pueda identificar al barco, bautizado "Black Swan", que transportaba el tesoro ni restos humanos del naufragio, por lo que España no puede defender que sea de su propiedad.

Mientras desde Perú se muestran optimistas con los resultados, la ministra de Justicia, Rosario Fernández, afirmó que "hay muchas tesis desarrolladas en el sentido de que la riqueza de Perú es con anterioridad a su conformación como país", al justificar las acciones del Estado.

27/02/09
CLARIN