Alerta de los armadores por un conflicto gremial

Por una disputa de encuadramiento de gremios entre el SOMU y el Sindicato de Marineros de Pesca, se vio perjudicada la actividad portuaria.

Puertos otra vez la actividad portuaria afectada. El Centro de Navegación encendió las señales de alerta por la reanudación del conflicto gremial del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) relacionado con el encuadramiento gremial del personal de la pesca en el puerto de Mar del Plata. Por lo pronto, el viernes se logró que el SOMU levante la medida de fuerza que limitaba la víspera la normal operatoria de la terminal marplatense. Sin embargo, el fantasma de un nuevo paro no termina de alejarse.

Según un comunicado del Consorcio Puerto de Mar del Plata, la solución llegó de la mano del intendente de esa localidad, Gustavo Pulti, y de la participación de autoridades del Consorcio Portuario Regional y cámaras empresarias de la industria pesquera.

“El real sustrato de la medida obedece a una disputa de encuadramiento gremial entre el SOMU y el Sindicato de Marineros de Pesca (Simape), que nada tiene que ver con nuestra actividad”, afirmó el Centro de Navegación a través de un comunicado.

“En la medida que el SOMU carece aparentemente de la suficiente capacidad para poder solucionar el conflicto con los actores correspondientes, ha decidido entablar una medida extorsiva contra empresas que nada tienen que ver con el conflicto, afectando el servicio público de remolque”, agregó.

La medida dispuesta por el SOMU consistió en exigir a las agencias marítimas en Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata y Quequén a presentar la lista de carga de los buques portacontenedores. Si se negaba a ese requisito, no se prestaba el servicio de remolque. A su vez, si había carga de pescado o mariscos provenientes de esa ciudad le era negado el servicio de remolque, hasta tanto esa mercadería fuese descargada.

En consonancia con ésta medida, otros sindicatos relacionados con el remolque estuvieron trabajando a reglamento en horarios reducidos, lo que afectó a todas las cargas consolidadas en contenedores.

La entidad que reúne a los armadores, destacó que por cada contenedor de pescado que no se exporta se pierden entre u$s 6.000 y u$s 10.000. Teniendo en cuenta que hoy se están exportando alrededor de 200 contenedores por semana sólo desde el Puerto de Mar del Plata, se llegó a la conclusión que el perjuicio potencial para la industria y el comercio exterior es de u$s 1.200.000 a u$s 2.000.000.

En la actualidad, por cada día de retraso en el puerto se le genera a los exportadores un extra costo de u$s 150 por cada contenedor, en concepto de almacenaje, monitoreo y energía eléctrica para la refrigeración.

“Esta medida genera gravísimos perjuicios al comercio exterior, generando demoras en las escalas de los buques e impidiendo la exportación de productos de la industria de la pesca, lo cual afecta a las empresas del sector y a sus trabajadores, agravando aún más la ya difícil situación del sector. Por cada día que no se opera se dejan de exportar 2.000 contenedores, y entre seis y siete buques sólo en Buenos Aires”, expresó el Centro de Navegación.

Fuerza irracional

Además, aseveró: “Debemos dejar en claro que esto afecta la credibilidad de nuestro país y de no cambiar causará el desvío de las operaciones de los buques a otros puertos de la región, generando perdidas millonarias y deterioro de muchos trabajadores que basan su sustento en la buena salud del comercio exterior, el cual como es de público conocimiento atraviesa una difícil situación por la coyuntura internacional”.

“Nuevamente las ambiciones individuales y sectoriales se ponen por delante del bien de toda la sociedad, la fuerza irracional ha quedado por delante del dialogo constructivo y el daño por delante de la construcción de un país cada día mejor”, añadió.

20/05/09
EL CRONISTA TRANSPORT & CARGO

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