Los marines se suman a la mayor evacuación en 60 años (Medio Oriente)

Casi un millón de personas abandonaron el Líbano en nueve días.


 
BEIRUT.- Marines estadounidenses llegaron ayer a Beirut para repatriar a unos 1000 ciudadanos norteamericanos por día, que, como miles de civiles, intentan abandonar el Líbano por tierra, aire y mar, en una de las mayores evacuaciones masivas desde la Segunda Guerra Mundial.

En el noveno día de la ofensiva israelí, la llegada de los marines significó la primera vez en 23 años que militares norteamericanos volvieron al Líbano, de donde se retiraron tras un ataque del grupo Hezbollah contra una de sus bases en 1983.

 

 

 

Unos 40 marines llegaron en botes a una playa al norte de Beirut y recogieron a los primeros 300 estadounidenses, que fueron llevados al buque de asalto anfibio USS Nashville, anclado frente a las costas del Líbano. Se estima que unos 25.000 estadounidenses -la mayoría con doble nacionalidad- residían en el Líbano antes del inicio de la ofensiva israelí.

"Estamos agradecidos por irnos, pero nuestros corazones y plegarias están con el Líbano y su gente", señaló Mireille Ayoub, de 47 años y oriunda de Los Angeles, en la embarcación que la alejaba de las bombas israelíes. "La situación está muy mal allí, insegura e incierta."

Francia, en un intento por evacuar por mar a unos 8000 ciudadanos franceses residentes en el Líbano -sobre un total de 20.000-, hizo arreglos para permitir embarques en el maltrecho puerto sureño de Tiro.

"Nunca me imaginé que me iría así. Me estoy yendo, pero dejo mi corazón en mi país y en mi poblado", expresó en el puerto Mustapha Safieddine, un francés de 48 años.

Ante la caótica situación, el presidente francés, Jacques Chirac, exigió la creación de "corredores humanitarios" que servirían a la población que escapa del conflicto tanto para huir en dirección a Chipre como para poder moverse con más seguridad en el país.

En tanto, 359 italianos y ciudadanos de otros 15 países se embarcaron en el buque de guerra Luigi Durand de la Penne, que los llevará a Larnaca, puerto en el sur de la isla de Chipre, desde donde proseguirán en avión rumbo a Italia. En el contingente hay libaneses, australianos, austríacos, belgas, canadienses, franceses, alemanes, turcos, suecos, filipinos, palestinos, rumanos, sirios, españoles y estadounidenses. De los italianos, 228 llegaron al puerto en un convoy de ocho ómnibus que partió de su representación diplomática en las colinas de Baadba, y que transportó también a 131 libaneses.

En tanto, el gobierno brasileño enviará hoy al Líbano un avión con capacidad para transportar a 160 pasajeros con la intención de evacuar a ciudadanos brasileños cuyas vidas están en peligro y que serán enviados en un primer momento a Turquía y de ahí a Brasil. En los últimos días, cinco brasileños murieron como consecuencia de los ataques de Israel.

Cuba no planea, en cambio, evacuar a sus 100 ciudadanos del Líbano, y los diplomáticos cubanos resistirán hasta "las últimas consecuencias", dijo el embajador de La Habana en Beirut, Darío Urra.

Por el momento, se calcula que unos 15.000 extranjeros -entre ellos 40 argentinos- ya abandonaron el Líbano desde el comienzo de la ofensiva israelí, y diferentes organizaciones estimaron la cantidad total de evacuados entre 500.000 y un millón, y todos coinciden en que la situación humanitaria es "catastrófica".

Chipre, uno de los principales destinos de los evacuados, pidió ayer ayuda a la Unión Europea (UE) y otros países para organizar la llegada de miles de personas que escapan del conflicto en el Líbano. Hasta el momento unas 20.000 personas fueron evacuadas a Chipre, a donde arribaron a través del pequeño puerto de Larnaca. Desde allí fueron trasladadas hacia el aeropuerto cercano, que con una sola pista de aterrizaje opera ya al límite de su capacidad.

En Beirut, los residentes manifestaron su temor a que el éxodo de extranjeros empeore su situación. "Las reservas de comida escasean y me temo que después de que se haya evacuado a los extranjeros, Israel intensifique sus ataques contra Líbano", afirmó una residente de Beirut.

Mientras que muchos huían por mar, decenas de miles de libaneses se aventuraron por la peligrosa ruta que conduce a Siria y que ya fue en varias oportunidades blanco de los misiles israelíes.

"Le tuve que pagar al taxista para ir de Beirut a Damasco 700 dólares para llevar a mi familia a Siria", relataba un hombre. Según agentes de aduana en la frontera sirio-libanesa de Masnaa, 15.000 personas procedentes del Líbano ingresaron en Siria en los últimos días.

Sin embargo, la gran mayoría de los libaneses no cuenta con los medios necesarios para dejar su país y aguardan con desesperación la ayuda humanitaria, que recién comenzaba a llegar ayer.

Por orden del rey de Jordania, Abdullah II, 20 camiones entregaron a las organizaciones humanitarias locales alrededor de 300 toneladas de ayuda, que comprenden sobre todo carpas, frazadas, remedios y productos alimenticios, que serán distribuidos en las zonas más golpeadas.
Agencias AP, AFP, DPA y Reuters

21/07/06
LA NACION

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