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VERSION EN CASTELLANO
¿De qué inflación me hablan? III
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| HERALD STAFF |
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ENGLISH VERSION
Inflation, what inflation? III
First lady Cristina Fernández de Kirchner might have refused to field any questions concerning inflation in Wednesday’s encounter with investors in New York and Cabinet Chief Alberto Fernández might have insisted that inflation “does not exist” but all too many figures exist for inflation in the province of Mendoza at least. The government seems to be in a state of denial concerning the glaring discrepancy between the 3.1 percent August inflation figure calculated at provincial level and the 1.5 percent figure finally published by INDEC statistics bureau in the national data, producing no better explanations than “an administrative error” and factional infighting within Mendoza’s ruling Radical party. But however uncomfortable it might be for the government with the presidential couple in New York and Mendoza Governor Julio Cobos (expelled from the Radical party only this month) as Mrs. Kirchner’s running-mate, the scandal will not go away so easily.
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La primera dama Cristina Fernández de Kirchner puede haberse negado a contestar preguntas sobre la inflación en el encuentro con inversores del miércoles en Nueva York, y el jefe de Gabinete Alberto Fernández puede insistir en que la inflación “no existe”, pero hay demasiadas cifras de inflación en la provincia de Mendoza al menos. El gobierno parece estar en un estado de negación en cuanto a la discrepancia manifiesta entre la cifra de inflación del 3,1 por ciento para agosto calculada a nivel provincial y la cifra del 1,5 por ciento publicada finalmente por el INDEC entre los datos nacionales, sin proporcionar mejores explicaciones que “un error administrativo” y la interna dentro del partido radical en el poder en Mendoza. Pero por incómodo que sea para el gobierno, al encontrarse el matrimonio presidencial en Nueva York y al ser el gobernador de Mendoza Julio Cobos (expulsado del partido radical este mismo mes) el compañero de fórmula de la señora de Kirchner, el escándalo no desaparecerá tan fácilmente.
El problema con los datos de la inflación de incluso una provincia es que una vez que el INDEC pierde su credibilidad (que de hecho perdió hace tiempo con la constante manipulación de cifras durante todo este año), nadie creerá ninguna cifra, lo cual es desastroso para una gestión cuyo principal motivo de éxito es una sucesión de datos económicos eufóricos durante los últimos cuatro años. De esta manera, las cifras que mostraron que el crecimiento de este año estaba apenas por debajo del promedio del nueve por ciento de los tres años anteriores están cada vez más bajo sospecha. Este escepticismo respecto de las estadísticas se extiende no sólo al INDEC sino también a las encuestas: sus pronósticos de una victoria arrolladora para la señora de Kirchner el próximo mes contrastan con los resultados desiguales de dos tercios de las provincias en las que ya hubo comicios.
La negación del gobierno del problema de la inflación sería más comprensible si fuese una fuerza sobrenatural completamente fuera de su control, pero cuenta con varias opciones de políticas para combatir la inflación en forma honesta y genuina en lugar de seguir con estos lamentables intentos mentirosos de engañar a la gente al menos hasta las elecciones. Se han adoptado opciones deliberadas en políticas monetarias y de ingresos que han llevado a beneficios impresionantes en cuanto al crecimiento impulsado por el consumo y un tipo de cambio que fomenta las exportaciones agropecuarias, mientras se protege a una industria inmadura de la competencia global, pero estas políticas también conllevan el precio de la inflación. Las acciones correctivas obviamente son la mejor respuesta, pero incluso algunas señales de políticas por parte de la señora de Kirchner el miércoles en el almuerzo del Consejo de las Américas con inversores podrían haber ayudado: en su lugar sólo consintió en contestar preguntas amigables o vagas sobre el rol de la mujer en los negocios, la educación, los microfinanzas y problemas futuros. Pero ningún problema se soluciona no respondiendo preguntas.
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