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ENGLISH VERSION
Both sides now
Which is better — is it more important to be recognized in a wider world or does political power, like charity, begin at home? The presidential couple has experienced both ends of this question with first lady Senator Cristina Fernández de Kirchner obtaining the extraordinary recognition of being officially received by the government chiefs of Germany and Austria when merely a presidential candidate whereas President Néstor Kirchner’s faltering grip on his native province of Santa Cruz was underlined on Wednesday by the way violent clashes in the perennial trouble-spot of Caleta Olivia overshadowed his campaigning in Río Gallegos.
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¿Qué es mejor? ¿Es más importante ser reconocido en el ancho mundo o acaso el poder político, como la caridad, empieza por casa? El matrimonio presidencial ha experimentado ambos aspectos de esta pregunta, al obtener la primera dama y Senadora Cristina Fernández de Kirchner el reconocimiento extraordinario de ser recibida oficialmente por los mandatarios de Alemania y Austria siendo meramente una candidata presidencial, mientras que el control vacilante del presidente Néstor Kirchner en su provincia natal de Santa Cruz se acentuó el miércoles por la forma en que los choques violentos en la zona eternamente conflictiva de Caleta Olivia eclipsaron su campaña en Río Gallegos.
Esto no significa que sean absolutos el éxito de la primera dama ni los contratiempos del presidente saliente. Por encima de la pregunta espinosa de si los gobernantes de Alemania o Austria hacían lo correcto favoreciendo así a una candidata — por cierto no le estaban haciendo un favor a la democracia argentina, pero sí ayudaban a la Argentina a mitigar su autoimpuesto aislamiento del mundo), ¿el viaje de la señora de Kirchner por esos países sirvió para aclarar alguna cuestión internacional pendiente? ¿Para saldar la deuda con el Club de París mientras se mantiene la insistencia del kirchnerismo de excluir al Fondo Monetario Internacional (FMI) o para desbloquear la Ronda de Doha, obstruida por la actitud cada vez más proteccionista de la Argentina hacia su industria tanto como por cualquier subsidio agropecuario por parte de los países desarrollados? El vínculo de género con la Canciller alemana Angela Merkel está muy bien, pero los llamados de la Senadora Kirchner a invertir en una Argentina en crecimiento siguen siendo palabras prácticamente vacías mientras la deuda con el Club de París sigue sin solución dado que ningún inversor de los países acreedores puede contar con garantías o créditos estatales mientras continúe esta cesación de pagos. En cuanto a su marido, los choques del miércoles (por lo menos el cuarto estallido grave de violencia en Santa Cruz en cuatro meses) muestran que es vulnerable a las protestas agresivas, sin garantías contra su repetición mientras se increpa a las fuerzas de seguridad tanto por intervenir (se echará a los gendarmes responsabilizados por los incidentes de Caleta Olivia) como por contenerse. Pero, ¿perderán realmente los Kirchner Santa Cruz en las elecciones del próximo mes? Y aun si esto ocurre, ¿podrá el 0,5% del electorado de la provincia patagónica influir en el resultado nacional?
Las dos caras de la misma moneda, entonces, para el matrimonio presidencial, pero ¿alguna de esas caras tiene relación con los verdaderos problemas del país?
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